Lady jane digby
Rica, hermosa y aristócrata, llevó una vida de avCuando, en el mes de abril de 1853, lady Jane Digby abandonaba Europa rumbo a Oriente Medio,ignoraba que aquel viaje cambiaría para siempre su destino. Esta rica aristócrata inglesa tenía entonces cuarenta y seis años, había contraído matrimonio en tres ocasiones y era madre de seis niños, quehabía dejado al cuidado de sus respectivos padres. Atrás dejaba una intensa vida amorosa —entre sus conquistas masculinas figuraban ilustres personajes de la política y la diplomacia—, que escandalizóa la refinada sociedad victoriana e inspiró un buen número de novelas, que se convirtieron en auténticos éxitos de venta. Si ahora, en el ecuador de su vida, lady Jane se disponía a viajar a losremotos países árabes, era para olvidar su último y apasionado amor con un general albanés, la trágica muerte de su hijo más querido, de apenas seis años de edad, y encontrar la tranquilidad en un lugardonde nadie conociera su pasado.
Lady Jane, como otras aristócratas inglesas del XIX, sintió la llamada de Oriente tras la lectura de Las mil y una noches, los sensuales relatos de la princesaSherezade, que describían un mundo misterioso y mágico de harenes, bazares, caravanas y nómadas beduinos. Mujer culta y lectora voraz, no ignoraba lo temerario de su aventura. A comienzos del siglo XIX,viajar más allá de El Cairo o Estambul era una peligrosa aventura, y más para una dama cristiana como ella.
Tras varios matrimonios frustrados y sonados romances —incluido uno con el Monarca Luis Ide Baviera—, encontraría el verdadero amor en un noble beduino del desierto. Abdul Medjuel, un culto y refinado jefe árabe de la tribu de los Mezrab, sería su cuarto y último esposo. Con élcompartiría veinticinco años de feliz matrimonio y se adaptaría sin problemas a la dura vida beduina.
Alma beduina
Abdul Medjuel el-Mezrab, hermano menor del jefe de esta tribu de beduinos con fama de...
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