Laico
Laicidad se debe entender como el mutuo respeto entre Iglesia y Estado fundamentado en la autonomía de cada parte. No debería de confundirse con el término laicismo, quepuede denotar hostilidad o indiferencia contra la religión.
Laicidad del Estado
Desde una perspectiva ontológica, el Estado es esencialmente laico, en cuanto, por exigencia de su propianaturaleza, no es sujeto ni puede ejercer acto religioso alguno, es decir, no puede profesar una fe. Por otro lado, desde una perspectiva gnoseológica, el Estado ni está capacitado para entender aspectosreligiosos, y por lo tanto, de ninguna manera puede considerarse como una autoridad en aspectos doctrinales, institucionales o de fe.
Considerando lo anterior, el Estado debería de caracterizarse porsu neutralidad, lo que de ninguna manera se puede confundir con que deje de lado aspectos relacionados con la religión, situación por demás imposible, considerando que la fe es una de lasmanifestaciones sociales más importantes y fundamentales para el logro del bien común en la sociedad.
Es fundamental considerar que la neutralidad de ninguna manera debería significar negación o confrontacióncon cualquier manifestación religiosa, lo cual podría denominarse más propiamente laicismo. En el momento que el Estado “profesa“ una religión cuyo credo es la negación de cualquier fe, deja de ladola neutralidad, deja de ser laico y se convierte en un Estado confesional.
La laicidad en la Iglesia
Benedicto XVI, en un discurso a juristas católicos en 2006, explicó: “En el mundo de hoy lalaicidad se entiende de varias maneras: no existe una sola laicidad, sino diversas, o, mejor dicho, existen múltiples maneras de entender y vivir la laicidad, maneras a veces opuestas e inclusocontradictorias entre sí.
En realidad, hoy la laicidad se entiende por lo común como exclusión de la religión de los diversos ámbitos de la sociedad y como su confín en el ámbito de la conciencia...
Regístrate para leer el documento completo.