Laicos

Domingo V de Cuaresma


“Lazare, veni foras”
Jn. 11,43




Queridos hermanos en Cristo, la escena evangélica de este domingo habla por sí misma. Asistimos al último gransigno, el séptimo, del Evangelio de San Juan antes de la resurrección de Jesús. Aunque no parezca es un anuncio de lo que en breves días vivirá el Hijo de Dios en la Pascua. En este hecho histórico, Jesúscontempla su propia muerte y resurrección

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1) Hoy se nos presenta a la reflexión el tema de la muerte y la vida, tal como se ha hecho estos domingos atrás con otras figuras ysimbologías. Pero también el tema de la amistad. Jesús, en cuanto verdadero hombre busca el reposo de su alma en sus amigos, vemos al Señor visitando a sus amigos en varias ocasiones, porque como diceel libro del Génesis: “No es bueno que el hombre esté sólo” y en el del Eclesiástico dice: “Un amigo fiel no tiene precio, no hay manera de estimar su valor. Un amigo fiel es un bálsamo de vida”.Jesús amó con intensidad a su amigo Lázaro, a los apóstoles, a San Juan… Dice San Pablo que Cristo “es el amigo de los hombres”. De hecho, Jesús mismo nos dio la clave de la amistad que es el mandamientodel amor al prójimo; y que demostró en la expresión más sublime de amor: “no hay amor más grande que dar la vida por los amigos”.

Desde el día de nuestro bautismo Dios no sólo nos hace sushijos de adopción, sino sus amigos, y esto se realiza por la gracia que nos incorpora a Cristo, el Amigo Fiel. Así se cumple lo que Santo Tomás dice de los amigos: “son dos almas fundidas en el amor”.2) Como narra el capítulo once de San Juan hoy, Jesús sabía que Lázaro iba a morir, y aún así, misteriosamente, tardó dos días en acudir al llamado de Marta y María.

El Señorbuscaba un bien mucho más grande que la curación de la enfermedad de su amigo: la gloria de Dios y la adhesión por la fe de muchos que al ver el signo de la resurrección de un muerto de cuatro días,...