Lala
A esta edad teliberas del estrés de construir una carrera, casarse, tener hijos, etc. Se acaban nuestras preocupaciones y los sentimientos de alegría empiezan a surgir, disfrutamos más la vida y nos sentimos máscontentos en general.
Julio tiene en la memoria mil historias del campamento, desde cuando estaba ubicado en otro lugar a cuando donaron el actual, cuando sólo tenían tiendas de campaña. Y recuerda bienque como era un sitio donde se hacían durante el invierno prácticas militares «un año encontramos una bomba sin explotar, con espoleta y todo, y como no podían venir a desmontarla porque no habíapersonal ni en Cartagena ni en Valencia, se pasó tres días la Guardia Civil vigilándola, para que no se acercara nadie, hasta que el lunes vinieron a explotarla». Corrían los años sesenta y todavía existeel hoyo que dejó la explosión.
Eran tiempos en los que el campamento duraba los tres meses de verano y al que acudían solo niños de San José Obrero, una institución religiosa que se dedica aalbergar a niños de familias desestructuradas, que necesitan un hogar. Ahora, y para fomentar la integración de esos niñas y niños con problemas familiares, el campamento lo comparten «con niños defamilias sin problemas, hijos de antiguos alumnos, de otros centros o colegios». Lo hacen, explica el padre Pastor, «para fomentar la integración, para que conozcan otros tipos de familias, de costumbres, demaneras de vivir».
Este año y como dice su director, el campamento de San José Obrero está de fiesta, de fiesta de cumpleaños, y lo vienen celebrando desde que comenzó el pasado día uno. «Cada...
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