lala
LaHerradura
bajaron y se sentaron en una mesa de El Nacional: qué cholada, hermano, pero esa huachafita no estaba mal y cómo bailan, era más chistoso que el circo.Nos tomamos dos Cristales y no se atrevían,cuatro y nada,seis y Lato comenzó. Soy tu amigo, Pichulita, y él se rió¿borracho ya? y Mañuco te queremos mucho, hermano, yél ¿ya?, riéndose, ¿borrachera cariñosa tú también? yChingolo: queríanhablarle, hermano, y tambiénaconsejarlo. Cuéllar cambió, palideció, brindó, qué graciosaesa pareja ¿no?, él un renacuajo y ella una mona ¿no?, yLalo para qué disimular, patita, ¿te mueres por Tere, no? yéltosió, estornudó, y Mañuco, Pichulita, dinos la verdad ¿sio no? y él se rió, tristón y temblón, casi no se le oyó: sssemmmoría, sssí. Dos Cristales más y Cuéllar no sabía quéiba a hacer, Choto, ¿quépodía hacer? y él caerle y él nopuede ser, Chingolito, cómo le voy a caer y él cayéndole,patita, declarándole su amor, pues, te va a decir si. Y él noera por eso, Mañuco, le podía decir sí pero ¿ydespués? To-maba su cerveza y se le iba la voz y Lalo después seríadespués, ahora dele y ya está, a lo mejor dentro de untiempo se iba a curar y él, Chotito, ¿y si Tere sabía, sialguien se lo decía?, yellos no sabía, nosotros ya laconfesamos, se muere por ti y a él le volvía la voz ¿semuere por mi? y nosotros sí, y él claro que tal vez dentrode un tiempo me puedo curar ¿nos parecía que sí? yellossí, sí, Pichulita, y en todo caso no puedes seguir así,amargándose, enflaqueciéndote, chupándose: que le cayerade una vez. Y Lalo ¿cómo podía dudar? Le caería, tendríaenamorada y él ¿qué haría? y...
Regístrate para leer el documento completo.