Lalaala

Los peruanos somos paperos y arroceros y gustamos de mucho pan y fideos. Una peculiaridad de nuestra preferencia por los carbohidratos es la popularidad del plato 'aeropuerto', que combina papa a lahuancaína y tallarines verdes, o nuestro gusto por acompañar todo con papa y arroz. Son sabores adquiridos, inherentes a nuestra gastronomía que, aunque poco nutritivos, parecen difíciles de cambiar.¿Pero son realmente imposibles de cambiar?

En el último año se han encarecido varios alimentos de la canasta básica debido al incremento internacional de los precios del trigo, la harina, la soya y,más recientemente, el arroz. En ese contexto, el Gobierno hace bien en tomar medidas para mitigar el impacto de esos incrementos en la economía de las familias más pobres. Una de esas medidas ha sidoel reparto de bolsas de alimentos en las propias viviendas identificadas en situación de pobreza. Basándose en experiencias previas poco exitosas, expertos en temas de alivio de la pobreza hancuestionado la forma de intervención estatal escogida y las garantías implementadas para la adecuada eficacia de la medida. Más allá de estos válidos cuestionamientos, este acercamiento del Estado 'puerta apuerta' podría aprovecharse para incidir sobre aspectos claves de la canasta básica de alimentos de los más pobres, permitiendo ahorros familiares importantes, contribuyendo a una dieta nutricionalmejor balanceada y aportando a la formación y capacitación de esos peruanos para el mercado. ¿Cómo así?

Buenas prácticas de gestión nutricional identificadas el año pasado en Ayacucho, Cusco,Huánuco, Huancavelica, Junín y Puno, demuestran que en el Perú no solo es equivocado hablar de una única canasta de alimentos igual para todos, sino que, además, un arma poderosa para combatir ladesnutrición es la incorporación de productos locales. La diversidad geográfica y climatológica de nuestro territorio exige adaptar los requerimientos nutricionales a la oferta alimenticia local. Así, por...