Lalala

¡Badabim, badabum, como les picaron todos! Enseguida estuvieron ocupadísimos construyendo casas y peleando las cortezas de los árboles para hacer esteras con las que tapar las rendijas. Poco a pocofueron construyendo una ciudad muy elegante con distinguidos salones en los que no les quedaba más remedio que pasar todas las noches si no querían que los picaran por todas partes. El diosecillo, queposiblemente se había vuelto un poquito más listo, se pasaba los días contemplando el mar y suspirando por sus mejillones. –Mmm –dijo Míster-, ¿y se volvió más listo? –Se puede decir que si, ¿no? –Esposible, pero ¿de qué le sirvió? –Nunca se sabe. Quizá usara su inteligencia más tarde. -¡Puf, que aburrido suena! –Exclamo Míster-. ¿No te sabes más cuentos? -¿Conoces el de la liebre que tenía miedode que no llegara el fin del mundo? –No sé ni lo que significa. ¿Qué es eso del <<fin del mundo>>? –Es cuando el mundo entero desaparece. Se piensa que un día, dentro de muchos miles demillones de años, la tierra desaparecerá otra vez. Empezó como un puntito diminuto que creció, y algún día comienza a hacerse más y más pequeña de nuevo y acabara desapareciendo. -¿Y nosotros adondeiremos? –Precisamente en eso pensaba la liebre. La liebre que creía que había llegado el fin del mundo. Érase una vez una liebre que estaba sentada debajo de un naranjo pensando en lo que sucedería eldía que llegara en fin del mundo. Había oído que era una cosa que podía pasar, pero no le quedaba del todo claro lo que significaba y estaba muy asustada. Cuanto más pensaba en ello, más nerviosa seponía. Figúrate si todos desaparecemos. Figúrate si la Tierra desaparece en un agujero negro y todos nos esfumamos agujero abajo y no podemos volver a salir. La sola idea la hacía temblar de la cabeza alos pies. Y mientras estaba allí sentada pensando, a su lado cayo una naranja en un buen chasquido. La liebre se asustó tanto que echo a correr. Y corrió como corren las liebres, ya sabes…: un...