Lalala

Querido Harry:
No sé muy bien por donde empezar, tengo tantas cosas que decirte.
En primer lugar gracias, gracias por pasar tantos momentos a mi lado, cuando más lo necesitaba, cuando estabatriste. Me llamaste la atención desde el primer momento, cuando yo era más pequeña. Siempre me ponía contenta cuando veía alguna película, yo recuerdo que ese era el mejor momento del día. No tengo muchosrecuerdos de cuando era pequeña pero en la mayoría apareces tú. Siempre me gustaste, pero me empezasrtre a gustar aún más cuando comencé a leer los libros. Gracias a ellos pude entenderte mejor,comprender como te sentías en cada aventura y cada vez que leía uno de ellos era como si yo estuviese ahí contigo buscando la piedra, en el Torneo de los Tres Magos o luchando contra la Orden del Fénix… Aúnrecuerdo el día que me regalaron los libros. Fue en mi cumpleaños. Recuerdo que mi hermana empezó leyéndose el primero, por lo que tuve que esperar a que acabara. La espera no fue corta, pero merecióla pena. Me acuerdo de que siempre que acababa un libro iba corriendo a por el siguiente, y lo mismo hacía con las películas. Cada vez que iba al cine a ver una, la veía siempre más de una vez, yesperaba al año siguiente para ver la próxima. Siempre comentaba con mis amigos cada vez que iba a ver una peli lo que pasaba en cada una de ellas, ya que ellos no son muy aficionados. Puedo asegurar, noexagero, que cada película la he visto más de tres veces y con los libros pasa igual. Con otras películas o con otros libros, cuando ya los has visto y leído más de una vez piensas que está bien,pero a la hora de volver a verla cada cierto tiempo pensaba que ya la había visto muchas veces que ya me la sabía de memoria, pero una de las cosas que más me gusta de ti es que nunca me canso. Siempreque veía una película pasaban dos semanas o tres y volvía a verla y lo mismo pasaba con los libros. Con los libros, cada vez que volvía a leerlos, descubría algo diferente y eso es algo que no se...