LaMadreQueTeParió

Cuando decimos «historia de la literatura española>> (ese
término.que nos es tan familiar desde el bachillerato y que
por eso mismo nos parece tan sólido y definido), enunciamos
una serie deanalogías y equívocos que conviene
tener en cuenta. Muchos historiadores consideran discutibie
el estatuto «histpricm> de los estudios artísticos y,
sobre todo, muchos'estudiosos de la literaturapiensan
que el orden cronológico y causal de los hechos literarios
aporta muy poco o nada a su conocimiento. Hace ya
setenta años, el gran lingüistaDon Juan ( 1892) hay algo de vagamente ibseniano en latrama, pero nada del naturalista noruego en el desarrollo.
Enrique Gaspar fue un autor muy prolífico pero mucho
más mediocre en aquella escena madrileña que se repartía
entre el Teatro Español(donde los Calvo obtenían
grandes éxitos con Calderón) y el Teatro de la Comedia
(donde Emilio Mario, un incondicional de Moratín, se
adaptó mejor a la expresividad naturalista). Allí se estrenójuanjosé (1895), drama de Joaquín Dicenta,.un autor
que venía de los aledaños de Echegaray y que descubría
allí un retablo popular y obrero en torno al crimenpasionaldeunalbañilhuérfanoquemataasuamanteyalcapataz
(la dama: joven María Tubau lloraba porque no quería
representar «un drama de gentuza y oliendo a vino»). La
obra conoció largo éxito en las liturgias obreras del primero
de Mayo, otrareferencia trascendental de estos años
noventa. Su autor buscó y logró repetir el triunfo con El
señor feudal ( 18%), de tema rural, Aurora (1902), donde
una criada salva del engaño a su señorito, yDaniel ( 1907),
de asunto minero como la citada Teresa clariniana.
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3. Elsigloxx
Fin de siglo y nueva estética
En el umbral mismo del siglo xxaparece uno de los
conflictos más enconados que plantea la periodización
literaria española. Por largo tiempo, modernismo y generación
del98 parecieron abarcar en régimen de condominio
las dos...