Lanzando Estrellas De Mar Al Oceano
Páginas: 3 (599 palabras)
Publicado: 8 de enero de 2013
Lanzando estrellas de mar al Océano
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guardentodas las cosas que os he mandado…”
Mateo 28: 19-20
El hombre era, a la vez, científico y poeta; había viajado muchos kilómetros para llegar a esa desolada playa, donde esperaba inspirarse paraescribir su nueva obra. Bajó temprano esa mañana y se sentó sobre una roca a meditar. De pronto sus ojos estaban fijos en el otro extremo de la playa, donde parecía divisarse una figura humana quebailaba sobre la arena, tal vez para celebrar el día. Le llamó la atención y decidió caminar hacía ella. Al acercarse, se dio cuenta que se trataba de un joven y que éste se agachaba, recogía algo de laarena y lo lanzaba lejos; se extrañó, y le preguntó: Joven, ¿qué haces? El joven lo miró y le respondió: Recojo estrellas de mar y las devuelvo al océano; si no, morirán. El poeta, extrañado, le dijo:Pero joven, ¿te das cuenta de que hay miles de estrellas de mar en la arena? ¿Crees que tu esfuerzo tiene algún sentido? El joven sonrió muy respetuosamente, tomó una nueva estrella de mar y la lanzóal océano; en seguida regresó donde el poeta y le respondió: ¡Para esa sí tuvo sentido!
El hombre quedó estupefacto; él, el científico, el poeta, había pasado por alto la esencia de la acción deljoven, quien había decidido no pasar por la vida como una sombra, sino que dejar su huella sentada en el universo. Entonces, arrepentido, dejó tirado su cuaderno de apuntes sobre en la arena y pasó elresto del día junto al joven, lanzando estrellas de mar al océano.
El Señor también llama a Sus hijos, a lanzar “estrellas de mar” al océano. El plan maestro de evangelización al que nos llamaJesús en Mateo 28, es exactamente eso. Cristo nos ha salvado de la muerte eterna, por su sola gracia. Y, sin embargo, una vez que tenemos este maravilloso regalo, que no tiene parangón con nada que...
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guardentodas las cosas que os he mandado…”
Mateo 28: 19-20
El hombre era, a la vez, científico y poeta; había viajado muchos kilómetros para llegar a esa desolada playa, donde esperaba inspirarse paraescribir su nueva obra. Bajó temprano esa mañana y se sentó sobre una roca a meditar. De pronto sus ojos estaban fijos en el otro extremo de la playa, donde parecía divisarse una figura humana quebailaba sobre la arena, tal vez para celebrar el día. Le llamó la atención y decidió caminar hacía ella. Al acercarse, se dio cuenta que se trataba de un joven y que éste se agachaba, recogía algo de laarena y lo lanzaba lejos; se extrañó, y le preguntó: Joven, ¿qué haces? El joven lo miró y le respondió: Recojo estrellas de mar y las devuelvo al océano; si no, morirán. El poeta, extrañado, le dijo:Pero joven, ¿te das cuenta de que hay miles de estrellas de mar en la arena? ¿Crees que tu esfuerzo tiene algún sentido? El joven sonrió muy respetuosamente, tomó una nueva estrella de mar y la lanzóal océano; en seguida regresó donde el poeta y le respondió: ¡Para esa sí tuvo sentido!
El hombre quedó estupefacto; él, el científico, el poeta, había pasado por alto la esencia de la acción deljoven, quien había decidido no pasar por la vida como una sombra, sino que dejar su huella sentada en el universo. Entonces, arrepentido, dejó tirado su cuaderno de apuntes sobre en la arena y pasó elresto del día junto al joven, lanzando estrellas de mar al océano.
El Señor también llama a Sus hijos, a lanzar “estrellas de mar” al océano. El plan maestro de evangelización al que nos llamaJesús en Mateo 28, es exactamente eso. Cristo nos ha salvado de la muerte eterna, por su sola gracia. Y, sin embargo, una vez que tenemos este maravilloso regalo, que no tiene parangón con nada que...
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