Laprincesa
Érase una vez una princesa muy descuidada que lo perdía todo, los broches de
perlas, las zapatillas de cristal, las cintas para el pelo y las pequeñas coronasadornadas con diamantes.
El día de las elecciones, al salir del palacio, se dio cuenta de que había perdido
su nombre. Volvió a su habitación, y miró encima de la cama, en su mesa de
trabajo y en la cesta desus juguetes.
¡Su nombre no estaba allí!
Revolvió en el interior de su armario, rebuscó en los bolsillos de los abrigos
viejos y entre los pliegues de los vestidos de fiesta. Sacudió sus mantas ysábanas, con la esperanza de que cayera su nombre al suelo, pero nada de
nada.
La princesa le preguntó a una doncella:
¿Has visto mi nombre por algún sitio?
Hoy no, replicó la doncella, pero ayer lo vi enel jardín de las rosas, junto
al estanque.
La princesa buscó su nombre entre las rosas y miró en el estanque, por si el
viento lo hubiera arrastrado al agua como a una abeja atolondrada.
La abejaestaba en el agua, pero su nombre, no.
La princesa le preguntó al jardinero:
- ¿Has visto mi nombre por algún sitio?
- Hoy no, respondió el jardinero, pero ayer lo vi en el cielo.
Una paloma peregrina selo llevaba en el pico.
La princesa cansada se sentó entre las rosas.
- ¿y ahora qué haré?
- Se lamentó.
Sin nombre no puedo votar.
- Tampoco te podrás casar ni firmar autógrafos, añadió el jardinero,ni te
darán el carnet de conducir.
- ¿Y mis amigos, como me llamaran?
- Te llamaremos “Chist, Chist”.
Pero cuando iba por la calle y la llamaban haciendo “Chist, Chist”, los coches
se paraban, todoslos peatones volvían la cabeza, levantaban las cejas, se
señalaban con el dedo índice y se preguntaban:
-¿Es a mí?
La policía detuvo a la princesa por alterar el orden público.
- Déme su nombre, hagael favor.
- No tengo, se me ha perdido.
- Eso lo dirá usted en comisaría.
La princesa se pasó la noche en la comisaría, temblando de frío bajo su
camiseta de rayas, entre mujeres vestidas como...
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