Larisa 1
La mejor periodista roja del siglo XX
Paco Ignacio Taibo II
(antologador)
Mayo 2014.
© Larisa Reisner
Esta publicación es financiada con recursos de la RLS con fondos
del BMZ y Para Leer en Libertad A.C.
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Cuidado de la edición: Alicia Rodríguez y Jorge Belarmino Fernández.
Diseño de interiores yportada: Daniela Campero.
NOTA
Una primera versión de Larisa, las historias que cuentas… forma parte del libro ARCÁNGELES. En el momento de escribirlo no conocía las biografías de Kathy Porter ni de Galina
Przhiborobskaia. Por lo tanto, quizá algún día vuelva sobre
el texto.
La traducción de Sviyazhsk ha sido tomada de la
revista Spartacist de dicicmebre de 2013 y ha sido revisada
comparándola conel texto alemán y español de las ediciones de En el frente.
Paco Ignacio Taibo II
Larisa
LARISA, LAS HISTORIAS QUE CUENTAS,
LAS HISTORIAS QUE ME GUSTARÍA CONTAR
Paco Ignacio Taibo II
“Mira alrededor, ¿cuál de nosotros no estaba hecho de
escamas y reservas nebulosas?”
Boris Pasternak
(en un poema dedicado a Larisa)
“No es nuestro propósito, ni mucho menos, negar la
importancia que lo personaltiene en la mecánica del
proceso histórico ni la influencia del factor fortuito
en lo personal.”
León Trotski
I
La versión que me gustaría escribir diría que siendo hija de
un profesor, un académico socialdemócrata, la niña nació un
primero de mayo impidiendo a sus padres asistir a las demostraciones callejeras que acababan en cargas de caballería
de los cosacos contra los obreros. Fue en Lublin,en la Polonia rusa, en 1892. Pero el profesor Mijaíl Reisner, maestro en
la Academia de Agricultura de Pulawy, abogado de origen
germano-báltico, en esa época no era socialdemócrata, sino
civilizadamente conservador, y monárquico por ende.
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La mejor periodista roja del siglo XX
Me hubiera gustado decir que fue niña de exilios,
maletas y baúles, cambios de geografía, interminables reunionesnocturnas con café, té y humo, educada en colegios
cambiantes, entre apasionadas discusiones que se comían el
fin de siglo donde todo habría de cambiar; pero la versión
que más se ajusta a la realidad fue que los viajes, que sí existieron, y muchos, y que la llevaron de niña por Alemania y
Francia, obedecían a movimientos de su padre en negocios.
¿En qué momento el profesor Reisner recibió elimpacto de
la luz? ¿Cuándo dejó su adhesión monárquica y se tornó
republicano? ¿Cuándo su conservadurismo se convirtió en
socialismo?
El caso es que en la vida de la niña entraron los abuelitos rojos de toda aquella generación de socialistas que pensaban que el siglo XX sería el siglo de la iluminación y el
progreso, y conoció al abuelito August Bebel, que había sido
amigo de Marx, y a KarlLiebknecht, y por lo tanto contempló el fin de siglo con cantos proletarios, luces de bengala,
fogosos llamados a poner el mundo bocarriba y “de los que
ahora es nada, todo será” y también con villancicos y pasteles entre el zoológico de Berlín y la Universidad de Heidelberg, estudiando entre hijos de obreros en Zehlendorf.
Esta nueva vida llena de reuniones nocturnas, viajes,
susurros, apasionadasconspiraciones, la llevó con sus padres a París y Larisa descubrió los 320 maravillosos metros
de ese portentoso juego para adultos, ese homenaje al acero
y a los que lo observamos, que es la torre Eiffel.
Y luego de nuevo Rusia era una realidad más amplia
que los sueños del exiliado, se hablaba de gobierno constitucional, estallaba el movimiento, soplaban buenos vientos,
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Larisa
y nacía la huelgageneral y la palabra soviet; era el inicio del
breve intervalo revolucionario de 1905.
Me hubiera gustado contar que Larisa transportó
propaganda en su cochecito infantil entre las sábanas y las
mantas antes de aprender a leer, abrió correspondencia dirigida a su padre por error y se trataba de cartas contando el
ascenso revolucionario de un tal N. Lenin y escuchó hablar
de Marx como «el...
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