Las 7 Lamparas De La Arquitectura

LAS 7 LAMPARAS DE LA ARQUITECTURA.
LA LAMPARA DEL SACRIFICIO
La arquitectura propiamente dicha se organiza bajo cinco títulos:
PIADOSA: que incluye todas las construcciones erigidas en honor o servicio de dios.
CONMEMORATIVA: que incluye monumentos y tumbas.
CIVIL: que incluye todos los edificios levantados por naciones o sociedades para diversión y asuntos corrientes.
MILITAR: que incluyetoda la arquitectura pública y privada de defensa.
Primero definamos esta lámpara, o espíritu de sacrificio, con claridad, he dicho que nos mueve al ofrecimiento de cosas preciosas meramente porque son preciosas no porque sean útiles o necesarias. Es el espíritu que por ejemplo, de dos mármoles bellos, aplicables y duraderos por igual, nos hace escoger el más costoso por serlo; y que de dostipos de decoración, impresionantes por igual, damos en elegir la más elaborada porque lo es, a fin de que pueda ofrecerse, en el mismo espacio, mas gasto y mas reflexión.
Hay dos variantes distintas, la primera el ansia de practicar la abnegación por un simple y puro motivo de autodisciplina; un ansia que actúa con el consiguiente abandono de las cosas queridas y deseadas, sin que haya llamada o fininmediato que responder al hacerlo así; y la segunda; el deseo de honrar y satisfacer a algún otro con la suntuosidad del sacrificio.
No es cuestión ahora de si la hermosura y majestad de una construcción pueden o no responder a un fin moral; no es el resultado, de ningún tipo de trabajo de lo que estamos hablando, sino, lisa y llanamente, de la suntuosidad la substancia el trabajo y eltiempo. Pues bien es una variedad muy firme que, aunque las leyes establecidas divinamente con fines especiales en un periodo dado de la historia humana pueden ser derogadas en otro por esa misma autoridad divina, es imposible que ningún carácter de dios invocado o descrito en cualquier ley pasada o presente, pueda nunca cambiar, o entenderse que cambia, con la derogación de dicha ley. La suntuosidaddebe ser una condición aceptable, en todas las ofrendas de todos los tiempos; pues si ello plugo a dios una vez, ha de complacerle siempre, a no ser que lo prohíba expresamente después, lo cual nunca ha sucedido. La limpieza perfecta del sacrificio lo hace más expresivo para la mentalidad cristiana.
El problema no es entre la casa de dios y su pobreza; no entre la casa de dios y su evangelio, elproblema es entre la casa de dios y las nuestras. No veo como esas posesiones pueden ser conservadas con felicidad, no comprendo el sentimiento de querer poner arcos en nuestras puertas y ventanas y pavimentos en nuestros umbrales, cuando la iglesia sigue con la puerta estrecha y el umbral gastado por los pies, el sentimiento de engalanar nuestras propias habitaciones con todo género desuntuosidades, mientras toleramos la pared desnuda y el humilde ámbito del templo. Casos aislados hay en que la actividad mental y la felicidad del ser humano dependen de cierto grado de lujo en su casa; entonces si es verdadero lujo en su casa, entonces si es verdadero lujo, sentido, saboreado y aprovechado.
No es la iglesia lo que deseamos, sino el sacrificio, no la emoción del deslumbramiento sino el actode adoración; no la ofrenda sino la donación. Por consiguiente, aunque tal vez no es necesariamente interés de la religión dar entrada al uso de las artes, estas nunca florecerán mientras no se consagre en primer lugar a esa función consagrada por el arquitecto y el patrón; uno con un diseño esmerado, serio, cariñoso, el otro gastando como mínimo mas generosidad, como mínimo menos cálculo del quese concedería a favor de sus propios sentimientos particulares. Dos grandes condiciones impuestas por el espíritu de sacrificio; primera, que hemos de hacer todo del mejor modo posible; y la segunda, que hemos de considerar el aumento de trabajo visible como un incremento de la belleza del edificio. En cuanto a la primera: por si sola es suficiente para asegurar el éxito, y por faltar a su...