LAS ABANDONADAS
Cómo, me dan pena las abandonadas,
que amaron creyendo ser también amadas.
Y van por la vida llorando un cariño,recordando a un hombre y arrastrando un niño.
Como hay quién derribe del árbol la hoja,
y al verla en el suelo, ya no la recoja,
y hay quién a pedradas tire el fruto verde,
y lo eche rodandodespués que lo muerde.
Las abandonadas son frutas caídas,
del árbol frondoso y alto de la vida,
son más que caídas, fruta derribada,
por un beso artero, como una pedrada.
Por las calles ruedan estastristes frutas
como maceradas manzanas enjutas
y en sus pobres cuerpos antaño surgentes
llevan la indeleble marca de sus dientes.
Tienen dos caminos que escoger:
el quicio de una puerta honrada, o elharén del vicio y en medio de tanto, de tantos rigores
hay quién al hablarles, se atreva de amores.
Aquellos magnates que ampararlas pueden
más las precipitan para qué másrueden
y hay quién se vuelva su postrer verdugo
queriendo exprimirlas, si aún les queda jugo.
Las abandonadas son como el bagazo,
que alambica el beso y exprime el abrazo,
si aún les queda zumo,lo chupa el dolor,
son tristes bagazos, bagazos de amor.
Cuando las encuentro me llenan de angustia,
sus senos marchitos, y sus caras mustias,
y pienso que llevan en sus arrepentimientos
un niñoque es hijo del remordimiento.
El remordimiento lo arrastra algún hombre Oculto que al niño niega techo y nombre alver a esos niños de blondos cabellos yo quisiera amarlos y ser padre de ellos.
Las abandonadas me dan estas penas
porque casi todas son mujeresbuenas
son manzanas secas, son frutas caídas,
del árbol frondoso y alto de la vida.
No hay quien las ampare, no hay quien las recoja
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