Las abuelas mexicanas y sus cocinas
Por Luis Maciel. penya_maciel@hotmail.com
Leve olor a guiso, ambiente extraño, territorio desconocido pero tan cerca del mío. Es la casa de mi vecina, señora trabajadora y que además cocina delicioso “como todas las abuelitas”. A la entrada principal, una vieja silla de teléfono, pero muy bonita, dos pasos a la derecha, una sala, de esas que ya no seven, roja con el respaldo muy alto y patas de madera. Por toda la casa se ven retratos de personas; unas recientes, otras más antiguas, como un testimonio de tiempo; personas que fueron testigo del pasado; que vivieron y sintieron. Muy amable la señora Torres preguntó intrigada: -¿a qué se debe tu visita Luisito? –solo para saludarla. -conteste. -¿Te ofrezco algo de tomar? –solo agua gracias.
Lacocina muy limpia, como si no pasara nada ahí, niña cariñosa que no se quiere ensuciar; impecables rincones. Las cosas están acomodadas geométricamente perfectas: la licuadora metálica a un costado del horno y este a su vez, aun lado de la alacena, ricos contenidos, delicias, aromas y sentimiento. Combinación de colores, naranja y amarillo por todos lados, texturas amables. Sobre la mesa redonda, unfrutero lleno de naranjas jugosas y de plátanos frescos. En una de las paredes de la cocina se puede ver una extensa colección de platos, como 30. Colgados y acomodados perfectamente, me remontan lugares ricos de cultura, cada uno lleno de secretos. Platos de porcelana y de metal. Y con todo tipo de dibujos. Como un museo; cosas muy antiguas, la decoración, los muebles, aparatos; todo es muy deantaño; el teléfono es de marcación por disco y de metal, con los auriculares de plástico, como testimonio de avance tecnológico de los años 50´s.
En la cochera se encuentra su mejor amigo, como ella lo llama. Un Ford modelo setenta y tantos, color azul; impecables vestiduras que muestran el cuidado de su propietaria la señora Torres.
En un país con desigualdad pronunciada y multiculturalmentediverso, podemos ver que hay diferentes tipos de abuelas y sus cocinas, ¿Cómo es la tuya? Generalmente nos imaginamos a las abuelas como las consentidoras, que cocinan platillos esquicios y que todos los inviernos tejen bufandas para los nietos; pero más allá de eso, existe una variedad muy amplia de matriarcas y sus cocinas, refugio calido que te aguarda, así como sus costumbres y modos de vivir.Como las que todos los años, el dos de noviembre, con ánimo y especial devoción, colocan el altar de muertos; hasta las abuelas cosmopolitas de frívolas rutinas cosmetológicas, las que casi no cocinan. Abuelas de campo, la ciudad, de pueblos muy mexicanos y coloridos, pero todas ellas son mexicanas. ¿Qué más tienen en común…?
La cocina, centro difusor de cultura, lugar donde la cultura nace, o serespira con sus recetas rituales tradicionalistas; es porque hay abuelas que saben querer. Es decir, que: saben darse, dando; manifiestan su amor en detalles de servicio, comunican cocinando; están disponibles, sin perder autonomía; no clasifican a las personas; no son esclavas de nada, solo de la estufa; no juegan al chantaje afectivo; esperan recibir, aunque no necesariamente por el mismoconducto de su desprendido dar; y miran la vida serenamente desde una modesta altura. Saber querer es saber dar y saber recibir, creciendo siempre en esta capacidad de dar y de recibir. Dar es desprenderse de lo material y de lo inmaterial en función de la mejora personal de otros. Y recibir es aceptar algo, material o inmaterial, como regalo, como muestra de aprecio, como ayuda necesaria, comocorrespondencia.
El amor de las abuelas no se limitará a dar y a recibir, porque al hacerlo pueden enseñar también a dar y a recibir a las nuevas generaciones y solo así son las abuelas mexicanas.
Ellas no dar y un recibir sólo cosas materiales, sino en armonía lo material y lo espiritual. Y enseñando a agradecer desde la propia gratitud. Dar según las necesidades reales de los otros; esto todo en...
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