las artes
Suelen los que de sus tierras ausentesse hallan considerar de qué cosa aquel lugar donde
parten mayor inopia o falta padezca, para con la tal servir a los conterráneos, de quien en algún
tiempo beneficio recibido tienen y, viendo quelegítima obligación a investigar lo semejante me
compelía para pagar las muchas mercedes de vuestra libre liberalidad recibidas, asaz veces
retraído en mi cámara, acostado sobre mi propia mano,echando mis sentidos por ventores y mi
juicio a volar, me venía a la memoria, no sólo la necesidad que nuestra común patria tiene de la
presente obra, por la muchedumbre de galanes y enamoradosmancebos que posee, pero aun en
particular vuestra misma persona, cuya juventud de amor ser presa se me representa haber visto
y de él cruelmente lastimada, a causa de le faltar defensivas armas pararesistir sus fuegos, las
cuales hallé esculpidas en estos papeles; no fabricadas en las grandes herrerías de Milán, mas en
los claros ingenios de doctos varones castellanos formadas. Y como mirasesu primor, sutil
artificio, su fuerte y claro metal, su modo y manera de labor, su estilo elegante, jamás en nuestra
castellana lengua visto ni oído, leílo tres o cuatro veces. Y tantas cuantasmás lo leía, tanta más
necesidad me ponía de releerlo, y tanto más me agradaba, y en su proceso nuevas sentencias
sentía. Vi, no sólo ser dulce en su principal historia, o ficción toda junta; pero...
Regístrate para leer el documento completo.