“Las buenas notas por sí solas forman malas personas”

Ken Blanchard achaca la avaricia y la corrupción actuales al efecto de las buenas notas en la gente y a la exigencia de la actual sociedad positivista actual en la que sólo valen los buenosresultados.
Estoy de acuerdo con la crítica que hace a los excesivos sueldos de banqueros y políticos y su típica justificación: ‘para que no tengan la tentación de robar’. En principio parece una medidacoherente y parece que funcionará, pero sólo basta con echar un vistazo a las noticias del día para ver que no es así: a diario se destapan casos de corrupción política, cuyos principales protagonistasson esos que gracias a sus elevados sueldos ‘no tienen la tentación de robar’. Y aún así lo hacen.
La avaricia es innata en el ser humano. Siempre queremos más de lo que tenemos y nunca estamossatisfechos. Todos los políticos dicen que su profesión les viene de vocación, por eso de que les encanta trabajar por y para el pueblo. Estoy convencido de que no habría tantos políticos si los sueldosfueran normales.
Otro tema que trata Blanchard es el del ‘negativo’ proceso de selección que existe en la educación actual, donde una nota establece quién vale y continúa y quién se queda en el camino.En la escuela se enseña para hacer bien el examen. Se aprende de memoria el libro de texto para transcribirlo al folio en blanco(a contrarreloj casi siempre) el día del examen.
Estamos obsesionadospor los resultados y la eficacia. En la escuela, en el trabajo se persigue el obtener una mejor calificación que los demás, se fomenta la competición y no la colaboración, y se tiene fe ciega en queun 5 representa la mediocridad y el 10, la perfección. Todos teníamos un compañero en clase que se disgustaba cuando sacaba un excelente 8, porque era una terrible mancha en su, hasta ese momento,perfecto expediente.
La excesiva importancia que le damos a las notas nos hace olvidar que lo importante no es el resultado final, sino el camino seguido. No sólo hay que premiar las buenas notas, sino...