¿Las Chicas Arriba? Las Mujeres Jóvenes Y El Contrato Sexual Posfeminista

Angela McRobbie

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¿Las chicas arriba? Las mujeres jóvenes y el contrato sexual posfeminista1 Angela McRobbie

Dado que las primeras decisiones acerca de la educación y el empleo influyen en las oportunidades posteriores, sólo las mujeres más jóvenes pueden tomar muchas de sus decisiones sobre el empleo y la vida en un contexto de igualdad de oportunidades. Así que la edad es crucialpara las nuevas formas de diferencia y las desigualdades entre mujeres. (Walby 1997: 41) Es probable que la educación de las niñas sea el catalizador más importante para los cambios en la sociedad.

(augusto lopez-Claros, economista principal en el Foro Económico Mundial, citado en The Guardian, mayo 2005: 8) Y ahora resulta bastante claro que el peligro ha cambiado. (FouCault 1984: 344)

Lospatriarcados renacientes y la acotación del género Este análisis de un "nuevo contrato sexual", ahora aparentemente disponible para las mujeres jóvenes, toma como punto de partida algunos comentarios hechos de pasada por unas cuantas teóricas feministas en los últimos años. Primero tenemos la intervención de Judith Butler con

Este artículo apareció como "Top Girls?" en Cultural Studies, 21: núms.4-5, julio/septiembre 2007, pp. 718-37. Un agradecimiento a mis estudiantes de doctorado Kim Allen y Hatty Oliver. Gracias también al esrC Identities Programme que me invitó a ofrecer una primera versión de este trabajo en enero de 2006 y a Sarah-Banet Weiser de la Universidad de Southern California, quien también me invitó a presentar estas ideas en febrero 2006. Gracias también a Tony Bennettpor pedirme una versión de este trabajo para una conferencia en el CresC Conference en Manchester, 2005. [Agradecemos a la autora el permiso para su publicación. N. de la E.] Mi uso del término "contrato social" en este contexto es cultural más que legal, y debe entenderse como una disposición hacia las mujeres jóvenes por parte del gobierno que incluye la educación, el empleo, el control de lafertilidad dentro de condiciones específicas. En este sentido mi uso del término es bastante distinto a aquel del lenguaje más contractual de Pateman (1988).
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jóvenes y feminismo

respecto a sus ricos y complejos equívocos sobre el matrimonio gay y sus reflexiones acerca de las políticas del parentesco sobre el declive en la política sexual radical en los últimos años (Butler 2005). Ensegundo lugar, está el importante argumento de Mohanty, en su artículo "Under Western Eyes Revisited", de que la reestructuración del capitalismo mundial flexible ahora depende mucho de la mano de obra voluntaria de niñas y mujeres, y que esto trae consigo una redefinición decisiva de las relaciones de género y también formas de acotación por parte de los "patriarcados y masculinidadeshegemónicas" (Mohanty 2002). Mohanty argumenta que a las mujeres jóvenes se les asigna un papel central en el nuevo mercado laboral mundial, pero este avance coincide con el desvanecimiento del feminismo y del movimiento de las mujeres, tan es así que después de Beijing, el sitio más importante para luchar contra la injusticia de género ha sido el movimiento contra la globalización. Recuerda que cuandoescribió "Under Western Eyes" había "un movimiento de mujeres vibrante, transnacional, mientras que el lugar desde donde escribo ahora es muy diferente" (Mohanty 2002: 499). Mohanty sugiere que la tendencia general de la política mundial hacia la derecha y el declive de los modelos sociales de bienestar coinciden con "procesos que recolonizan la cultura y la identidad de las personas" (Mohanty 2002:515). (La palabra "recolonizar" es pertinente para el argumento que aquí presento.) Estas dos observaciones de Butler y Mohanty hacen eco del énfasis que recientemente he puesto en el género, los medios y la cultura popular. He argumentado que, en los contextos predominantemente primer mundistas, la atribución de libertades aparentemente posfeministas a las mujeres jóvenes, más evidentes en el...