LAS CIUDADES INVISIBLES

Páginas: 10 (2493 palabras) Publicado: 13 de agosto de 2015
LAS CIUDADES Y LA MEMORIA. 1
Partiendo de allá y caminando tres jornadas hacia levante, el hombre se
encuentra en Diomira, ciudad con sesenta cúpulas de plata, estatuas en bronce de
todos los dioses, calles pavimentadas de estaño, un teatro de cristal, un gallo de oro,
que canta todas las mañanas sobre una torre. Todas estas bellezas el viajero ya las
conoce por haberlas visto también en otrasciudades. Pero es propio de ésta que
quien llega una noche de septiembre, cuando Los días se acortan y las lámparas
multicolores se encienden todas juntas sobre las puertas de las freiduras, y desde una
terraza una voz de mujer grita: ¡uh!, se pone a envidiar a los que ahora creen haber
vivido ya una noche igual a ésta y haber sido aquella vez felices.
LAS CIUDADES Y LA MEMORIA. 2
Al hombre quecabalga largamente por tierras selváticas le acomete el deseo
de una ciudad. Finalmente llega a Isadora, ciudad donde los palacios tienen escaleras
de caracol incrustadas de caracoles marinos, donde se fabrican según las reglas del
arte catalejos y violines, donde cuando el forastero está indeciso entre dos mujeres
encuentra siempre una tercera, donde las riñas de gallos degeneran en peleassangrientas entre los apostadores. Pensaba en todas estas cosas cuando deseaba una
ciudad. Isadora es, pues, la ciudad de sus sueños; con una diferencia. La ciudad10
soñada lo contenía joven; a Isadora llega a avanzada edad. En la plaza está la
pequeña pared de los viejos que miran pasar la juventud; el hombre está sentado en
fila con ellos. Los deseos son ya recuerdos.
LAS CIUDADES Y EL DESEO. 1
De laciudad de Dorotea se puede hablar de dos maneras: decir que cuatro
torres de aluminio se elevan desde sus murallas flanqueando siete puertas del puente
levadizo de resorte que franquea el foso cuya agua alimenta cuatro verdes canales
que atraviesan la ciudad y la dividen en nueve barrios, cada uno de trescientas casas
y setecientas chimeneas; y teniendo en cuenta que las muchachas casaderas de cadabarrio se enmaridan con jóvenes de otros barrios y sus familias se intercambian las
mercancías de las que cada una tiene la exclusividad: bergamotas, huevas de
esturión, astrolabios, amatistas, hacer círculos a base de estos datos hasta saber todo
lo que se quiera de la ciudad en el pasado el presente el futuro; o bien decir como el
camellero que me condujo allí: “Llegué en la primera juventud, unamañana, mucha
gente caminaba rápida por las calles hacia el mercado, las mujeres tenían hermosos
dientes y miraban derecho a los ojos, tres soldados sobre una tarima tocaban el clarín,
todo alrededor giraban ruedas y ondulaban papeles coloreados. Hasta entonces yo
sólo había conocido el desierto y las rutas de las caravanas. Aquella mañana en
Dorotea sentí que no había bien que no pudiera esperarde la vida. En los años
siguientes mis ojos volvieron a contemplar las extensiones del desierto y las rutas de
las caravanas, pero ahora sé que este es solo uno de los tantos caminos que se me
abrían aquella mañana en Dorotea”.
LAS CIUDADES Y LA MEMORIA. 3
Inútilmente, magnánimo Kublai, intentaré describirte la Ciudad de Zaira de
los altos bastiones. Podría decirte de cuantos peldaños son suscalles en escalera, de
qué tipo los arcos de sus soportales, qué chapas de Zinc cubren los techos; pero sé ya
que sería como no decirte nada. No está hecha de esto la ciudad, sino de relaciones
entre las medidas de su espacio y los acontecimientos de su pasado: la distancia al
suelo de un farol y los pies colgantes de un usurpador ahorcado; el hilo tendido
desde el farol hasta la barandilla deenfrente y las guirnaldas que empavesan el
recorrido del cortejo nupcial de la reina; la altura de aquella barandilla y el salto del
adúltero que se descuelga de ella al alba; la inclinación de una canaleta y el gato que
la recorre majestuosamente para colarse por la misma ventana; la línea de tiro de la
cañonera que aparece de improviso desde detrás del cabo y la bomba que destruye la
canaleta; los...
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