LAS COCINERAS DEL HAMBRE
ESCUELA SUPERIOR DE INGENIERIA MECANICA Y ELECTRICA
UNIDAD ZACATENCO
INGENIERIA AERONAUTICA
Materia: Metodología de la Investigación
Docente: Mario Alberto Cerón García
Alumno: Julio César Hernández Mejía
Aníbal Santiago Zarza
Eduardo Loza Díaz
Marco Aurelio Hernández Díaz
México. Distrito Federal a 1 de Junio del año 2013
LAS COCINERAS DELHAMBRE
“CRUZADA NACIONAL CONTRA EL HAMBRE”
Problemática. ¿Cuáles son las necesidades de saber y conocer la situación por la que atraviesan las zonas marginadas del país, cuyo problema se quiere erradicar con la ya llamada Cruzada Nacional Contra el Hambre?
Objetivo Específico. Realizar una investigación de campo con el fin de conocer las necesidades de las poblaciones en las que la situacióneconómica, es atroz, y sobre todo, alimenticia. Dándonos así cuenta a la vez, de la problemática por la que atraviesan dichos lugares. Y darse cuenta la forma en la que operara la Cruzada Nacional Contra el Hambre de EPN.
Hipótesis. La Cruzada Nacional Contra el Hambre, buscara erradicar, es decir, eliminar el problema del hambre en el país de fondo. Y al mismo tiempo. Mejorar la calidad de vidade las personas que habitan en zonas de pobreza extrema, o que simplemente, sobreviven con una cantidad mínima de dinero.
Capítulo 1 LAS COCNINERAS DEL HAMBRE
1.1 EL LEÓN
1.2 SABEN A POLLO
1.3 LO QUE DIOS NOS PONGA ADELANTE
1.4 SE APESTABA LA TIERRA
1.5 CINCO NIÑOS DESNUTRIDOS
1.6 TODO SE HACE DEL DIA
Capítulo 2 COMO NO SOSPECHAR DE SU USO ELCTORAL
Capítulo 3 6 MITOS: LA CRUZADA NACIONALCONTRA EL HAMBRE
3.2 1ER MITO
3.2 2º MITO
3.3 3ER MITO
3.4 4º MITO
3.5 5º MITO
3.6 6º MITO
Las cocineras del hambre
Las mujeres de Ahuatzingo, uno de los pueblos más hambreados del Estado de México, constituyen una muestra de dignidad. Con poco o (casi) nada que comer, jamás aceptaran que pasan hambre. Cuando cae un pájaro, o una iguana es atrapada, sus cocinas, humildes al extremo, pero con unorden admirable, se encienden como en días de fiesta. Pero eso solo ocurre unos cuentos días al año. El resto del tiempo, la fórmula es la de siempre: maíz y frijoles. Pero la monotonía gastronómica y la pobreza no las vence.
Ahuatzingo, Estado de México.
Los cientos y cientos de acezintles y otros árboles secos, hacen que la imponente ladera del cerro estalle en tonos dorados. Volúmenes infinitosde hojas muertas, rocas y tierra, crean un tapiz que complica la labor del cazador. Por eso Saúl se pone serio: entrecierra los ojos y evita pestañear y desplaza horizontalmente la horqueta. Ni su corazón palpita, actúa como si tuviera en sus manos, un rifle de asalto y no una resortera, y como si el no fuera un chico mexiquense de 13, sino un diestro francotirador.
Al fin, un rojizo al tamañode una naranja baja del cielo azul, se posa en un ciruelo y mueve sus alas. Saúl frena el arma y estira la liga. Fijo su objetivo, se concentra. En el paraje serrano del pueblo de Ahuatzingo, se produce un segundo estático, como si la naturaleza, en alerta, también se hubiese detenido.
Y ahora sí, ¡Saúl suelta el proyectil!
Surge otro instante de silencio: el viaje fugaz de la tierra quetrazara una recta vertiginosa antes de desplomarse en una línea perpendicular luego de golpear al ave, o que fracasara y se perderá en el campo. Saúl baja la resortera, mira y aguarda.
Desesperadas, las alas se baten hacia lo alto: la tortolita salva su vida. Saúl hace una mueca de molestia y camina unos pasos hasta la cocina de casa: su abuela, Teodora le mira las manos vacías. Otra vez, ni ella,ni el, ni su hija Ignacia ni su nieta Gisela comerán carne.
La anciana le da la espalda a su nieto y se alista a preparar la comida.
EL LEÓN.
Una brecha se abre desde la carretera a Tenancingo. En el cruce de caminos, un chavito con gorrita del Toluca eleva un brazo para mostrarnos la dirección hacia Ahuatzingo sentado en una piedra cubica. “Es por allá”, exclama amable y sonríe tanto como...
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