las cortes de cadiz

Julia V. Iribarne – Argentina
Academia Nacional de Ciencias
Meditación sobre la tolerancia: Una aproximación fenomenológica

El tema que nos convoca en esta oportunidad recibió por mi parte, en el primer
momento, una aceptación total e ingenua, algo así como una exhortación a la tolerancia
en el mundo de hoy; después sobrevinieron las dificultades.
El Historisches Wörterbuch derPhilosophie define “tolerancia” como “el
soportar (dulden) a personas, actividades u opiniones que se rechazan por razones
morales o por otras razones; las más de las veces es practicada o exigida por personas o
por grupos. La exigencia

es argumentativamente fundada”. Esta definición que a

primera vista parece clara, se abre a diversas vertientes de discusión. El camino que me
propongo recorrer esel siguiente:
Puesto que se trata aquí de un abordaje fenomenológico, la primera cuestión es
la búsqueda de características que permitan cierta aproximación a la esencia del
fenómeno “tolerancia”. La dificultad de hallar desde el primer momento la esencia
buscada reside en que desde que su sentido devino tema de reflexión, resultó también
sujeto a críticas. Éste es el primer punto de que nosocupamos.
En segundo lugar, la consideración de algunas formas del fenómeno de la
tolerancia tal como se presentó a lo largo de los últimos siglos en el mundo de la vida,
hace manifiesto el vínculo entre tolerancia e historia. Este es nuestro segundo punto.
En tercer lugar, dado que el factor común que suscita la eventual exigencia de
tolerancia es el hecho de las diferencias, tomo enconsideración el punto de vista de
Bernhard Waldenfels a ese respecto. Su toma de posición me conduce al último punto
de esta exposición, en el que después de intentar exhibir los rasgos de la organización de
la persona que fundan la necesidad de tolerancia, la señalo como una necesidad
implícita en una ética fundada en la igualdad trascendental.
1. En busca de la esencia del fenómeno de latolerancia
La primera cuestión en la busca de los rasgos esenciales del fenómeno lleva a
preguntar si la tolerancia es una virtud y, en ese caso, si es una virtud moral o cívica, o
si en cambio es un mero instrumento de resolución de problemas. Por otra parte, si la
tolerancia fuera una actitud, sería necesario hacer lugar a la pregunta por su génesis. Por

el momento no respondemos a estaspreguntas, intentamos tomar posición acerca de
estas cuestiones en la última parte de esta exposición.
La citada definición no puede aceptarse como caracterización de fenómeno sin
complementarla, en primer lugar, con la crítica de H.G. de Mirabeau, quien en 1789 se
separa del difundido apoyo concerniente a la defensa del principio de tolerancia sobre la
base del "gusto por el poder“ que latolerancia supone entre quien tolera y quien es
tolerado; dice „No vengo a predicar la tolerancia; la libertad de religión más ilimitada es
a mis ojos un derecho tan sagrado que la palabra tolerancia, que querría expresarlo, me
parece en cierto modo tiránico, que ella misma querría expresar una suerte de tiranía,
puesto que la autoridad que tolera, podría no tolerar“1. En el siglo XIX, Nietzschecritica desde otro punto de vista la actitud de tolerancia, en tanto formula la pregunta,
acerca de cómo alguien que vive según el principio de tolerancia dispone todavía de
convicciones suficientemente fuertes; dice: “La tolerancia respecto de sí mismo
confirma muchas convicciones: éstas conviven de manera intercambiable , ellas, como
todo el mundo hoy, evitan comprometerse […]”2. En el siglo XX,Carl Schmitt sostiene
frente a Kelsen, que la “tolerancia pasiva”3 del Estado, en el sentido de una
“neutralidad” absoluta frente a todas las intuiciones pensables, aún las enemigas, es la
expresión de su despolitización y de su falta de contenido.
H. Marcuse, por su parte, acuña el concepto de “tolerancia represiva”4,

cuya

función sería hacer estables las relaciones dominantes...