Las Criticas De Nietzsche A La Razón

LA CRÍTICA DE NIETZSCHE A LA RAZÓN: LECTURAS DE HABERMAS, FOUCAULT Y DELEUZE
Si tuviéramos que caracterizar de forma esquemática le núcleo central del pensamiento de la modernidad (tal como se desarrolla desde Descartes hasta Hegel pasando por el proyecto ilustrado), diríamos que está constituido por tres nociones estrechamente vinculadas: sujeto, razón y progreso.
La forma en que se hanentendido estos conceptos ha ido variando. Así por ejemplo, el sujeto se ha definido como individual o social, la razón como ilustrada o dialéctica, y el progreso se ha apoyado en leyes naturales o históricas. Pero parece claro que un antropomorfismo de pretensiones emancipadoras tiñe todo el pensamiento moderno.
El pensamiento de Nietzsche, si bien parte inicialmente de esquemas conceptuales que sesitúan dentro del proyecto ilustrado y son afines al pensamiento de Kant, llega a una crítica radical –nihilista- de esas tres nociones de sujeto, razón y progreso que constituían el paradigma de la modernidad. Desde esa crítica, pone en tela de juicio –como más tarde lo hará también Heidegger- el carácter pretendidamente emancipador del pensamiento moderno y muestra el vínculo que une la modernidadcon toda la tradición metafísica occidental, posterior a Sócrates.
Voy a ceñirme a la lectura de Nietzsche de tres filósofos tan distintos como Habermas, Foucault y Deleuze, tomando como punto de referencia central la crítica nietzscheana a la razón y su peculiar concepto de “verdad”.

LA CRÍTICA NIHILISTA DEL CONOCIMIENTO EN NIETZSCHE SEGÚN HABERMAS
Habermas empieza su ensayo señalando quela obra de Nietzsche ha generado las más variadas interpretaciones, favorecidas por su estilo aforístico y fragmentario y los mismos cambios de perspectiva crítica del pensador alemán a lo largo de su vida. Todas estas versiones tienen en común el situarse en el terreno que el propio Nietzsche acotó: la idea de que la pretensión de conocer la esencia del mundo para orientar la acción humana es yaincompatible con el propio desarrollo de la ciencia. Las orientaciones para el obrar, al hacerlas depender ya sólo de “valores”, se cierran a la posibilidad de una fundamentación crítica. Parecería, pues, que se abre paso a la pura irracionalidad y arbitrariedad. No obstante, Nietzsche intenta, a través de la reflexión sobre la génesis del nihilismo, rescatar el fundamento que posibilite de nuevouna orientación en el obrar, lo que él llama una “transmutación de valores”. Intenta darnos esa fundamentación con la teoría de la voluntad de poder y la hipótesis del eterno retorno.
A Habermas le parece muy problemática la conciliación de esas dos teorías y cree discernir entre los analistas de Nietzsche cuatro estrategias distintas para resolver esta contradicción: 1) postergar una de las dostesis en beneficio de la otra; 2) diluir ambashasta que el problema de su conciliación deje de ser un problema; 3) hacer corresponder las dos tesis a momentos históricos y lógicos diferentes en la trayectoria de Nietzsche, de tal forma que la “voluntad de poder” sería sólo el momento reflexivo en que la conciencia moderna asume sus, hasta ahora enmascarados, presupuestos nihilistas y se supera así misma; 4) considerar, a la inversa de la posición anterior, que la hipótesis del eterno retorno es sólo un medio transitorio de liberarse del pensamiento teleológico y de crear las condiciones para reconocer en la voluntad de poder la condición general de la razón práctica.
Habermas elude tomar partido en esta polémica y se centra en aquel aspecto del pensamiento de Nietzsche que pude tenerpara nosotros una mayor vigencia: la crítica nihilista al conocimiento y, en particular, aquel presupuesto que está en la base de dicha crítica, a saber, la interconexión entre teoría y práctica vital.
Habermas considera que Nietzsche ha visto que las normas del conocimiento no son independientes por principio de las normas del obrar, que hay una vinculación inmanente entre conocimiento e interés...