Las deslpalilladoras de tabaco
Dr. Angel L. Vázquez Medina
Conferencia al Club ALTRUSA de Manatí en 16 de agosto de 1992
En la tarde de hoy se lleva a cabo en este pueblo, el reconocimiento que las generaciones del presente, representadas por el Club ALTRUSA de Manatí, le hacen a las mujeres que fueron las primeras obreras de esta sociedad: lasdespalilladoras de tabaco. Coincide este homenaje con las festividades que en Europa y en América se vienen celebrando para festejar los cinco siglos que en octubre 12 se completan, de la integración de América a la civilización occidental.
En la actividad que aquí se celebra, se reconoce a la mujer como el recurso humano que tuvo la mayor importancia en el oficio de la elaboración de la hoja del tabaco.El trabajo tabacalero incluía varias facetas que comenzaban con el cultivo de la planta. Esa primera faceta se hacía también con el empleo de un mayor número de mujeres.
Cuando yo era niño se cultivaba tabaco en un terreno alto que quedaba al otro lado de la calle donde yo vivía. La gente que allí trabajaba entraba a la tala y salía de ella por un camino que se había hecho frente a frente ala casa mía. Varias mujeres de aquella calle trabajaban en esa finca. Una de ellas era la vecina que vivía en la casa que quedaba inmediatamente después de la de mi familia. Esa obrera del tabaco se llamaba Paula Rivera. Paula era una mujer gruesa, de cara grande, redonda y muy simpática. Sus gruesos labios hacían un hermoso marco a la blanca y brillante dentadura que tenía. Todas las nochesPaula visitaba mi casa y allí pasaba horas conversando con la gente mayor de la familia. Los chicos gustábamos de escucharla hablar -no porque entendiéramos lo que decía sino por la gracia con que hablaba y la risa sonora con que acompañaba sus comentarios.
Una mañana -cuando me encontraba parado en la puerta de entrada de mi casa- un grupo de hombres salían de la tala de tabaco cargando enbrazos a Paula. Una mujer levantaba los pelos de alambre para que los hombres pudieran pasar y gritaba a los vecinos: "¡Díganle a Saturno que la negra Paula se ha desmallao, yo creo que del corazón!". Pero a Paula la bajaron muerta de la tala de tabaco. Fue ella la primera persona en cuyo rostro muerto vi yo la marca fatídica de la hoja del tabaco. Diez años después moría de cáncer la vecinade la casa anterior a la de Paula. Se llamaba Ana Piñeiro y tenía sólo treintiséis años de edad. Esta había llegado al pueblo a los trece años y desde los quince trabajó en la fábrica de despalillado. En su familia había otras dos trabajadoras de la fábrica de tabaco, una era su hermana Marìa, le llamaban Llía. Marìa murió tres años después a los 38 años. La tercera obrera del tabaco en estafamilia era María Medina. Doña Marìa era la madre de Ana y de Llìa. Esta señora hacía el trabajo de clasificación del tabaco y de supervisión del despalillado; también enseñaba còmo despalillar a las jovencitas que se iniciaban en el trabajo. Distinto a sus hijas, doña Marìa vivió una larga vida. Murió en la ciudad de Nueva York en 1973 a los 95 años. En esa rica ciudad vivió sus últimos 25 años.Muriò en la soledad con la ùnica compañía de una nieta. En sus últimos años vivió en la miseria. Ella y su nieta carecìan de todo. La muchacha no buscaba trabajo porque no la podía dejar sola. Ambas soñaban con regresar a Puerto Rico y morir recibiendo el calor de los vecinos de su barrio. Pero la muerte le llegó un 18 de febrero y fue enterrada en una tumba común.
En la fàbrica de tabaco lasmujeres se esforzaban por completar la tarea. Si terminaban temprano aprovechaban para ayudar a las que eran màs lentas. Ana era una diestra despalilladora. Fue una de las que despalillaba cinco bollas de tabaco al día. Hubo momentos en que ella hizo el despalillado en la casa. Esto se hacía cuando era poco el tabaco que quedaba en la fábrica. En esas ocasiones tenía la ayuda de sus hijos....
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