las doctrinas

Baja matrícula, alta deserción, retraso en completar los cursos, un programa curricular academicista y un nivel bajo en el desempeño de profesores y alumnos, son algunas de las críticas que se le realizan a la actual formación docente. El 4% de tasa de egreso de profesores en 2011 en todo el país –aunque más de 10 departamentos oscilan entre 1% y 0% de graduación– y un volumen de titulados deMagisterio que no deja de disminuir desde 2005, chocan contra la imperiosa necesidad de educadores que tiene Uruguay.Pero los problemas no son nuevos y por ello desde que se votara la ley General de Educación en 2008 se habla de crear un Instituto Universitario de Educación (IUDE). En aquella ocasión, las diferencias entre el Frente Amplio (FA) y el Partido Nacional (PN) hicieron naufragar elproyecto. Cuatro años después, el desacuerdo entre ambos partidos continúa. “La piedra angular de los cambios en el sistema educativo”, como calificara el ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, a la formación de los nuevos docentes parece estar convirtiéndose, sin embargo, en la gran piedra en el zapato de la enseñanza.Pese a que el Poder Ejecutivo envió al Parlamento en mayo el proyecto deley para crear el IUDE, la comisión de Educación de Diputados retrasó el tratamiento de este tema ya que en la actualidad discute sobre la estructura de poder de la Universidad Tecnológica con sede en el interior del país. El FA propone un modelo del cogobierno, con representantes de gremios docentes y estudiantiles, pero los blancos exigen que todos los cargos sean políticos. Esto retrasará eldebate sobre el proyecto del IUDE, lo que implica que no funcionará por lo menos hasta 2014. El mismo problema por la repartición del poder se reproducirá con el IUDE, de acuerdo a lo señalado por Daniel Corbo, delegado de la oposición en el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). “Si en realidad importa que el Instituto Universitario se cree hayque abandonar esas visiones unilaterales”, indicó. Gustavo Macedo, secretario general de la Federación de Magisterio, culpó a la Universidad de la República (Udelar) de obstaculizar la creación de la entidad.No obstante, Edith Moraes, directora general del Consejo de Formación en Educación (CEF) señaló que más allá de la aprobación de la ley ya se están realizando acciones de transición al modelouniversitario, que se implementarán en 2013. Entre las medidas se encuentra la revisión del plan de estudios, la redefinición del rol del profesor de formación docente como una función que implica enseñanza, investigación y extensión (con la asignación de horas exclusivas para estas tareas) y la propuesta de que los cargos sean renovables e impliquen procesos de evaluación, entre otrasmedidas.Pero se concrete o no la implementación del IUDE, el debate de su creación ilumina los problemas de fondo de la formación docente en Uruguay, que implica procesos complejos y de difícil erradicación. Para Daisy Iglesias, profesora de Pedagogía del Instituto de Profesores Artigas (IPA) y exsecretaria general de la Asociación de Maestros del Uruguay (Ademu), lo importante no es la impronta del sellode universitario, sino la discusión sobre lo que esto supone. “Muestras de que se pueden cambiar títulos y mantener estructuras en la educación están a la orden del día”, señaló.No obstante, la doctora en educación Denise Vaillant indicó que en la actualidad la tendencia a nivel mundial es que los sistemas de formación docente adquieran categoría universitaria, algo que ya está presente en paísescomo Chile y Colombia. “Una de las condiciones fundamentales para ser un buen docente es tener capital cultural, y la formación universitaria lo permite, aunque no hay garantías”. Sin embargo, sostuvo, esto no es algo que se pueda modificar de la noche a la mañana porque implica modificar el problema de la poca capacidad de atracción que tiene la profesión docente en Uruguay y América Latina,...