Las empresas no saben negociar con los cientificos

"Las empresas no saben negociar con los científicos"
Oscar Eduardo Martínez.
Es un físico muy reconocido, con una fuerte vocación por la ciencia aplicada y la búsqueda de soluciones industriales. Dirige un laboratorio en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Entrevistado por la revista Pymes, sostuvo:"Está instalado en las empresas que lo que viene de la universidadpública es gratuito".
Hombre de ciencia y emprendedor. Esta mezcla, infrecuente en la Argentina, se corporizó hace un tiempo en el doctor en Física por la Universidad de Buenos Aires, Oscar Eduardo Martínez (62). Hoy, está otra vez dedicado con exclusividad a lo científico, como investigador superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). Pero su trayectoria enciencia aplicada, sus varias décadas formando ingenieros y físicos, más una mirada amplia sobre la transferencia tecnológica, lo tornan en unafuente clave para aprender sobre la relación entre ciencia, universidad y mundo productivo. 
Martínez mamó, literalmente, la ciencia: su madre era química e investigadora en el Instituto Malbrán, de modo que los diálogos científicos formaban parte de su vidacotidiana. En la adolescencia osciló entre física e ingeniería, pero se decidió finalmente por cursar la primera, en Exactas de la UBA. La agitada primera mitad de la década de 1970 lo marcó: era una época de mucha discusión, explica, “sobre si la ciencia tenía que servir para algo”. 
Mas al poco tiempo de recibirse, la UBA estaba siendo desmantelada por la intervención de ultraderecha de 1974. Eljoven físico se encontró con que a sus profesores los estaban echando. Optó entonces por sumarse al grupo de investigación del Citefa (hoy Citedef), “muy volcado a la aplicación”. Más tarde, en 1985, se sumó como miembro de la carrera de investigador científico del Conicet, donde llegó a la categoría máxima: investigador superior. Según datos de esta institución para 2014, sobre 8.508investigadores, apenas 181 tienen semejante rango. Hoy, Martínez –cuya área de especialización es la electrónica cuántica– es profesor titular en Ingeniería de la UBA. Allí, además, dirige un laboratorio.

AGENDA Y PROBLEMAS
Ahora retrocedamos, para entender mejor su mirada actual. Tras hacer un posdoctorado en Estados Unidos en los años 80, en los laboratorios Bell de la AT&T, regresó al país, primero a laComisión de Energía Atómica y luego a su punto de origen, Exactas de la UBA. Ahí empezó a caerle la ficha: “Hacíamos innovaciones y las publicábamos. Pero algunas se patentaron afuera, ¡y después nos vendían el mismo producto que habíamos inventado acá nosotros! Hay una pregunta que se hace mucho en política y los medios, pero muy poco en la ciencia: ¿quién fija la agenda de lo que se investiga?O, mejor, ¿por qué un tema es importante y otro no lo es?”. Le gusta la frase del Nobel argentino Bernardo Houssay: “La ciencia es universal, pero los científicos tienen patria”.
Martínez ha sido y sigue siendo jurado en concursos. Confiesa que suele resultar antipático, “porque me gusta preguntar a los postulantes: ‘tu tema de investigación, ¿a quién le importa?, ¿quién se beneficia?’. No la hagocon malicia, pero la respuesta que suelo escuchar es: ‘Elegí este tema cuando me perfeccioné afuera’. Algo que a mí también me pasó, cuando volví de los laboratorios Bell, y que luego fui cambiando. Porque acá en el país hay problemas propios en la industria, en la sociedad... Además, para proponer soluciones hay que conocer los problemas, que a veces uno no sabe que existen".
Una aplicaciónconcreta codesarrollada por Martínez para un problema local dio origen, hace algunos años, a una empresa de base tecnológica: Tolket, que fue incubada en la Facultad de Exactas de la UBA. El científico estuvo entre los socios fundadores, pero luego optó por volver a la dedicación científica full time. El puntapié inicial había surgido en los años 90, cuando desde el sector metalúrgico necesitaban...