Las florez

LAS FLOREZ

Aunque sabía que las flores que acababa de comprar no sobrevivirían al inclemente calor, mantenía por alguna motivación irracional la ilusión que así no fuera.
Llegaron mi Tío Gildardo y su hija Lorenza Florez. Mi Tío, hombre de absoluta entrega a su familia con una conducta regida por una moral y ética sin tacha, que aunque en su juventud según lo que me he enterado entre lasanécdotas familiares era de promiscua conducta a partir del día en que conoció a mi tía se convirtió en un modelo de novio para después convertirse en uno de esposo y padre. Mi prima quien ha cumplido ya una cuota de vida considerable aun vive con sus padres al igual que su hermana Claudia; se ha convertido en una mujer elegante sin pretenderlo, religiosa y humilde, que ha comprendido por el caminode la fe la pequeñez de nuestra especie y pudo perdonar a los otros pero sobre todo a si misma por lo que pudo ser pero no fue.
Nos disponemos a visitar a su hermana un poco menor que se encuentra hospitalizada tras una intervención de naturaleza ambulatoria que requiere una dieta que debe ser seguida con rigor; tomamos un taxi para ir a la terminal de transportes, Lorenza compra los tiquetes, yotrato de pagar el mío para no ser abusivo pero sobre todo por recomendación de mi Madre quien siempre está por alguna razón tanto avergonzada como agradecida de la gentileza y el afecto que me profesa esta familia a la que yo tanto quiero.
Durante el camino entre las conversaciones amenas, mi humor negro, silencios para nada incómodos que por el contrario me permiten disfrutar de la ventisca quegolpea inclemente mi cara y destruye el peinado que tanto tiempo me tomo pero no me importa y mis comentarios que generalmente los demás encuentran interesantes (no sé si porque son profundos o los expreso de tal forma que no se comprendan fácilmente y los demás pretendan considerarlos para no parecer una partida de ignorantes ó hacerme sentir bien ó hacerme creer que soy importante en sus vidas;la verdad no tengo idea tal vez sean todas juntas), procuro cuidar las flores con un esmero casi sagrado como cuando las adoratrices contemplan y lustran la custodia. Al ver algunos trazos de aspecto marmóreo con impurezas ocre en los pétalos blancos de estas flores hasta hace poco tan rozagantes y aunque sé que estos resguardan los pétalos aun escondidos no resisto al deseo de arrancarlos yguardarlos en mi bolsillo para luego en paz contemplar de nuevo el esplendor de estos regalos del sol, seguro de que mis flores cumplirán su cometido.
Mientras realizo los transmites de rigor para ingresar a la clínica uno de los encargados de la vigilancia me dice que no está permitido ingresar flores; lo observo indiferente a los sentimientos de los visitantes y simplemente le digo “OK”, siento unpoco de tristeza al no poder cumplir mi deseo pero al fin y al cabo son solo flores que mas da y le pido a mi prima que las cuide mientras yo visito a Claudia en compañía de su Padre ya que no se permiten más de dos acompañantes.
Tras llegar al cuarto veo a mi prima en su cuerpo femeninamente débil y con la voz ronca que por demás es gruesa lo que contrarresta su aparente debilidad. Gildardoparece desconcertado y lo noto inquieto desde el instante en que ve a su hija menor en una camilla, siendo inoculada con un suero en el cual están disueltos quien sabe que medicamentos presuntamente benéficos; mi Tío se mueve con una torpeza inusual en el por la habitación, sin decidirse a sentarse y hablando lo menos posible con su hija procurando que yo lleve el hilo conductor de la conversación lacual mantengo hasta donde mi prima Claudia me lo permite alejada de temas médicos o de salud, como si por alguna razón le causara dolor el hecho de escucharse hablándole a su hija en ese estado o escucharla a ella comentarle infidencias del procedimiento al que fue sometida.
Tras algún tiempo recuerdo que mi prima espera su turno para ver su hermana así que decido abandonar a Gildardo pero me...