Las Fuentes Patristicas De La Doctrina Social De La Iglesia

FUENTES PATRISTICAS


1.- Indique la valoración de los Padres de la Iglesia de:

El lugar de la Palabra de Dios en la vida cristiana

La vida cristiana, desde sus comienzos, siempre ha buscado alimentarse en la Palabra de Dios y el mismo Jesús nos mostraba la perennidad de su divina palabra: “Cielo y tierra pasarán pero mis palabras no pasarán”[1]
Los santos padres sonlos primeros en oír la Palabra, luego la acogieron y la propagaron. Son los grandes comentaristas de las escrituras y con eso estructuraron el conocimiento de la Revelación y la fundamentaron en la vida cristiana: Los “símbolos de la Fe” (El credo), la Liturgia, el Canon de la Escritura (estructura actual de la Sagrada Biblia) La teología, etc.
Son los Santos Padres quienes desde la Iglesianaciente, nos transmitieron la Palabra de Dios y el modelo de vida cristiana con el ejemplo de sus obras, proporcionando la interpretación teológico-espiritual de los textos sagrados. Su profunda experiencia en contacto más próximo con aquéllos que conocieron a Cristo y a los apóstoles, bien como la santidad de su vida, no demoró en trascender para las primeras comunidades cristianas,convirtiéndose éstas en modelos a seguir en medio de una sociedad que vivía errante, lejos de Dios, llagadas por las dudas y herejías, plagada de vicios y crueldades: Imperios todopoderosos (divinización de los emperadores), inmoralidad, degradación de la mujer, etc[2]
La Palabra de Dios, revelada en las Sagradas Escrituras era el motor de toda su acción:
“Lee muy a menudo las divinasEscrituras, o, por mejor decir, nunca la lección sagrada se te caiga de las manos. Aprende lo que has de enseñar. Mantén firme la palabra de fe que es conforme a la doctrina, para que puedas exhortar con doctrina sana y convencer a los contradictores[3][…] La palabra del presbítero esté salpimentada con la lección de las Escrituras. No quiero seas vocinglero, rábula y parlanchín, sino impuesto en elministerio y muy instruido en los misterios de Dios.”[4]


En la Iglesia naciente los Padres, como testigos privilegiados de la Tradición – epíclesis de la Historia de la Salvación[5] – fueron responsables por la definición de los dogmas fundamentales de la fe cristiana, como por ejemplo: San Alejandro y San Antanasio en la definición dogmárica de la divinidad del Hijo, en el Concilio deNicea (325); los «Padres Capadocios»[6] que proporcionaron la definición de la divinidad del Espíritu Santo en el I Concilio de Constantinopla (381), el Patriarca San Cirilo de Alejandría, que colaboró definitivamente con la conclusión del Conclio de Éfeso (431) en definir la Maternidad divina de María.
Tertuliano[7]nos enseña que la fe crece a medida de conocer más las sagradas escrituras:“Nos reunimos para meditar las Escrituras divinas, por ver si nos ayudan a prever o reconocer algo para los tiempos presentes. En todo caso, alimentamos nuestra fe con aquellas santas palabras, levantamos nuestra esperanza, fortalecemos nuestra confianza, robustecemos nuestra disciplina insistiendo en sus preceptos.” [8]


La Palabra de Dios santificó, llenó de vida yconvirtió a grandes hombres como a San Agustín, en el famoso hecho del “tolle lege” “tómalo y léelo”, eran las Sagradas Escrituras. Más tarde, él mismo declaró la acción de la Palabra de Dios en su alma: “No con conciencia dudosa, sino cierta, Señor, te amo yo. Heriste mi corazón con tu palabra y te amé.”[9]
Algunos siglos después encontramos por ejemplo a San Gregorio Magno, que no se cansaba de exhortara sus hermanos:
“Ahora bien, todo lo que hemos dicho lo cumple debidamente el prelado si, animado del espíritu del temor y del amor de Dios, medita cuidadosamente cada día los preceptos de la Sagrada Escritura, con el fin de que las palabras de la enseñanza divina reaviven el ardor de la solicitud y dé una reflexiva mirada hacia la vida celestial que el trato con los hombres...