Las Fuerzas Armadas en América Latina

“Extremo Occidente. Introducción a América Latina”. Capítulo 5: “Las Fuerzas armadas” (Alain Rouquié)
Algunas presuntas causas del poder militar.
Como consecuencia de la continuidad histórica del militarismo, ha sido imposible profundizar el conocimiento comparado del fenómeno confrontándolo con otras experiencias y la proyección del presente sobre el pasado, y viceversa, impide llegar asus causas. En cuanto a las interpretaciones históricas, pesan las interpretaciones deterministas, al tiempo que la indignación cívica por la traición pretoriana (militar) da lugar a las versiones conspirativas de las irrupciones militares en la política.
Algunos analistas concluyeron, ante saber que el léxico del poder militar sea español (como en el resto de los países de la región),que hay un tipo de relación civil-militar propia del “mundo” hispano. Una tradición jurídica “íbero-latina” sería la causa profunda de unos estados latinoamericanos incapaces de conservar la democracia. La frecuencia de regímenes militares en el mundo desarrollado (incluida África), bastaría para relativizar la validez de esa tesis. Otros proponen una versión historicista: el militarismo de hoysería heredero y continuador del caudillismo de ayer, fruto de la anarquía de las guerras de independencia. 21 años de régimen militar en Brasil (1964-1985) contradicen esta afirmación en base a la emancipación “negociada” y pacífica de la antigua colonia lusitana. En México, donde el caudillismo fue privilegiado, desde Santa Anna hasta los conductores de la revolución, no hubo un intento de golpedesde hace más de 40 años. Venezuela fue gobernada desde la independencia hasta 1940 por dictadores que tomaron el poder por asalto, mas desde 1958, se convirtió en un modelo de democracia representativa estable. Contrariamente, países como la Argentina de 1862 a 1930 y el Perú, Chile y El Salvador de fines del S.XIX son ejemplos de la inestabilidad y la presencia militarista de hoy que conocieronayer tiempos largos de dominación civil e ininterrumpida de autoridades legales.
Por otra parte, conviene señalar que no existe comparación entre los caudillos y los oficiales de carrera. El caudillo, militar improvisado, nace en medio del derrumbe del Estado colonial español y la desorganización social y representan la violencia privada contra el monopolio estatal; el oficial es hombre deorganización, sólo existe por y para el Estado, cuyo ejército moderno es una institución pública burocratizada con el monopolio de la violencia legal.
La concepción conspirativa de la historia, acompañada por un economismo sin matices, hizo hincapié en las interpretaciones instrumentales del poder militar. Con el golpe de Estado brasileño (1964) y el chileno (1973), se dio la idea de los ejércitoslatinoamericanos manipulados desde el exterior, siendo responsable la potencia tutelar por la usurpación militarista: según esta visión, los militares de la región son prolongaciones del aparato militar norteamericano, defensores de sus intereses y “partidos políticos del gran capital internacional”. Su instauración respondería a las necesidades del desarrollo capitalista actual porque requiere ungobierno fuerte, represor de los movimientos sociales, para garantizar las inversiones y el paso de una industria liviana a una pesada (lo que no sería posible en un marco democrático y civil). Así, los ejércitos estarían “programados” para “profundizar” la industrialización.
Interpretaciones que se apoyan sobre datos concretos: hincapié en la dependencia de los ejércitos latinoamericanos respecto alPentágono desde hace 20 años; en la influencia decisiva de EE.UU. sobre ellos mediante cursos en las escuelas norteamericanas; en la autoría norteamericana de la doctrina de la seguridad nacional cuya amenaza esencial es el enemigo interior y cuya labor es defender las “fronteras ideológicas”. También, la conducta de ciertas multinacionales frente a los gobiernos democráticos reformistas –como...