las incoerencias del andherson

Aumenta malestar por hechos en Totonicapán:
Luego de seis días de los trágicos acontecimientos ocurridos en Totonicapán y la ruta Interamericana, el malestar entre los habitantes de ese occidentaldepartamento continúa en aumento, a la espera de los primeros resultados de las investigaciones, pero con la firmeza de mantener la exigencia de que sean destituidos los ministros de Gobernación y laDefensa.
La situación se ha vuelto muy compleja para el gobierno del presidente Otto Pérez, que hasta ahora solamente ha recibido la solidaridad de representantes del sector empresarial, encontraposición al repudio de parte de las organizaciones indígenas, grupos de la sociedad civil, la comunidad internacional y los partidos políticos de oposición.
Aun las voces más moderadas que demandancalma para evitar más derramamiento de sangre, como las iglesias Católica y Evangélica, señalan la importancia de llegar a fondo con la investigación y que se castigue a los responsables de estamasacre, como también plantean que se atienda el fondo de las demandas del sector indígena, que fueron las que provocaron la protesta del jueves pasado.
El problema es que con el tiempo, lejos de que latensión disminuya, las posturas se han radicalizado, principalmente por el tono de algunas declaraciones que colocan el efecto del cierre de carreteras por encima del derecho a la vida, lo que haprovocado indignación entre dirigentes sectoriales, principalmente indígenas.
Ayer hubo una manifestación multitudinaria en Totonicapán, en la que nuevamente los pobladores de los 48 cantones expresaronsu indignación por lo sucedido, a la vez que insistían en la necesidad de que los ministros de las dos carteras de seguridad fueran destituidos o renunciaran, en lo que parece ser una demanda de que sereconozca de manera más tajante la responsabilidades de las autoridades en los hechos violentos que cobraron ocho vidas.
Esta es ya –por mucho– la crisis más fuerte que enfrenta la administración...