las maletas de auschwitz no borrar
Esos interrogantes parecen haber guiado a la escritora y periodista italiana DanielaPalumbo en "Las maletas de Auschwitz", un libro en donde se mete con un puñado de historias de infancias aplastadas por el Holocausto, publicado aquí por la editorial Norma en su Colección Torre de PapelAmarilla, y con ilustraciones de la argentina Eleonora Arroyo.
Y lo hace a través de la ficción, con cuatro historias de niños, para otros niños, tan desgarradoras como emotivas, la de Carlo enItalia; Hannah y Jacob en Alemania, Émeline en Francia y Dawid en Polonia.
La autora italiana recupera, así, la vida de Carlo, un niño que ama los trenes. Lo heredo de su papá, que antes del régimen nazitrabajaba en el tren hasta que un día, por ser judío, lo despidieron. A Carlo le pasó más o menos lo mismo: no pudo ir más a la escuela, sus compañeros dejaron de jugar con él y sólo los trenes lequedaron en ese mundo que de repente le cerró las puertas.
O la historia de Hannah, que desde que se llevaron a su hermano Jacob, cuenta estrellas como él, para sentirlo cerca; la de Émeline que se niegaa vestir la estrella amarilla cosida en su ropa para que los nazis no la identifiquen como al resto de los judíos y que desde que vive en el gueto de Varsovia está acostumbrado al terror.
Son unmanojo de historias reales que le podrían haber pasado a cualquier chico de esa Europa oscura y representan el dramatismo de lo que significaron las `leyes raciales` del régimen nazi que impuso una seriede prohibiciones para los judíos, y persecuciones como la negación de la ciudadanía, los despidos laborales, la de no poder asistir a escuelas para alemanes, etc.
Primero sus derechos vulnerados,...
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