las manos de Dios

Acto 3
Tres días después en el atrio; el Campanero barre las gradas. De pronto sale de la Iglesia precipitadamente el Cura y detrás de él Sacristán.
Cura: (Dando muestras de desesperación) ¡Qué gran desgracia¡ Cuando lo vi no quise creerlo. Después de tantos años, es esta la primera vez que siento miedo.
Sacristan: (Dando muestras de desesperación) ¡Como es posible después de tantos años¡. ¿Delcastigo de Dios?
Cura: No. De lo que los hombres pueden atreverse a hacer. (al campanero que se ha acercado) ¿Has visto entrar a alguien en la Iglesia?
Campanero: A todo el mundo. Aquí es lo único que hay que hacer. ¿Por qué?
Cura: (conteniéndose las palabras) Han sido robadas las joyas de la mano derecha del Padre Eterno.
Campanero: (Cayendo de rodillas) no he sido, no he sido yo. Le confiesoque aquella tarde en que se me apareció el Diablo… Pero yo soy inocente ¿Me creerá usted? He limpiado esas joyas durante toda mi vida y nunca un granito de oro se quedó entre mis manos.
Cura: ¿Quién habrá sido?
Sacristan: (que ha estado meditando) Señor Cura, usted distraídamente no habrá…
Cura: (grita alarmado) ¡Como te atreves a dudar de mi¡. Fuiste tu quien descubrió el robo.
Sacristan: De haberquerido hacerlo habría hecho desde hace muchos años.
Cura: Pero hay que pensar ahora en algo mas concreto… (piensa un momento) Debemos de hacer que ese robo no sea visible. ¿Qué pensarían todos si supieran que la misma imagen del Padre Eterno ha sido despojada? ¿A que no se atreverían después? ¡Esto es muy peligroso¡
Sacristan: Tenemos algunas joyas falsas. Podriamos ponerla a la imagen y comoesta en lo alto los que vienen a rezarles no podrían ver si son autenticas o falsas.
Campanero: Ademas, siempre que rezan tienen la cabeza baja. No se atreven siquiera a ver la imagen.
Cura: Creo que es una buena idea. Pondremos las joyas falsas, pues es mejor que parezca en regla. No le dire nada al señor Obispo, sino hasta haber hallado las autenticas
Campanero: Padre, ¿no cree que usted que puedeser cosa del Demonio?
ENTRA BEATRIZ POR UN LADO Y EL CARCELERO POR OTRO
Carcelero: (viendo a Beatriz con crueldad) Te he dicho que no es bastante.
Beatriz: Llevo dos días rogándote. Me tiranizas y tengo que rogarte. Tengo lastima y asco de mi misma.
El carcelero se encoge de brazos
Beatriz: Te traje todo lo que tenía; una y otra, nunca es bastante.
Carcelero: Tengo que tomar precauciones. Voy aquedarme sin trabajo y…
Beatriz: ¡Valiente trabajo¡
Carcelero: (Insolente) Es un buen trabajo. Aquí el único que no se muere de hambre soy yo. Y pensándolo bien los presos tampoco se mueren de hambre. ¿Para que quieres que sea libre?
Beatriz: Pero, en fin ¿Qué es lo que debo de hacer?
Carcelero: Me traeras una cantidad igual a la de ayer y lo dejare libre.
Beatriz: (llorosa) podría traerte esacantidad y me dirias que no es bastante. Llegaria un momento en que no tendría que darte.
Carcelero: Esta vez es seguro. Si no crees en mi tienes que darlo todo por perdido. Y mas vale que me traigas hoy mismo lo que te pido, porque mañana será tarde.
Beatriz: (con alarma) ¿tarde? ¿Qué quieres decir?
Carcelero: Me han dicho que mañana se llevan a los incomunicados. Es que la cárcel se construyó paraunos cuantos y ahora hay muchos, muchos más.
Beatriz: ¿Y que van a hacer con los que se lleven de aquí?. Van a matarlos ¿verdad? ¿Es eso?
Carcelero: Bueno es lo mas probable.
Beatriz: Dime ¿Todos esos presos están aquí porque han hablado en contra del amo?
Carcelero: No todos son ladrones.
Beatriz: Comprendo.
Carcelero: ¿crees que no se de donde vienen esas joyas? He conocido tipos arriesgados peromira arrebatarle a Dios mismo de las manos… (Rie)
Beatriz: Diré que las tienes tu
Carcelero: No te creerán. Tú no eres nadie. Una mujer, hermana de un hombre que no es libre. Yo soy la autoridad.
Pasan algunos hombres y mujeres por la escena. Beatriz espera que salgan para entrar furtivamente dentro de la Iglesia. De pronto se oyen dos gritos en el interior. Salen de la Iglesia el Cura y el...