LAS MANOS DE DIOS
CAMPANERO.- señor cura! señor cura!
SACRISTAN.- que pasa! a donde fuiste! tuve que tocar las campanas en lugar tuyo.
CAPANERO.- quiero ver al señor cura.
SACRISTAN.- ha salido, fue a ayudar a morir a una mujer. Vendrá pronto. Qué pasa?
CAMPANER.- allá, en el monte.
SACRISTAN.- en el monte! algo grave!.
CAPANERO.- ahí lo vi... lo vi...
SACRISTAN.- cálmate, por Dios que es loque viste?.
CAMPANERO.- un hombre... eh visto a un hombre vestido de negro...
SACRISTAN.- es eso todo? para decir que has visto a un hombre vestido de negro llegas corriendo como si hubiese sucedido una desgracia?.
CAPANERO.- usted no comprende. Ese hombre vestido de negro apareció de pronto.
SACRISTAN.- que dices?
CAMPANERO.- si, apareció de pronto y me hablo.
SACRISTAN.- explícate claramente. lohas soñado?.
CAMPANERO.- no. Yo estaba sentado sobre un tronco; veía ocultarse el sol detrás de los montes amarillos y secos, pensaba que este año no tendremos cosecha, que sufriremos hambre, y de pronto, sin que yo lo advirtiera, el estaba ahí de pie, junto a mí.
SACRISTAN.- no comprendo. Y como era ese hombre?.
CAMPANERO.- era joven. Tenía una cara hermosa.
SACRISTAN.- seria algún forastero.CAMPANERO.- parecía muy informado de lo que pasa en este pueblo.
SACRISTAN.- te dijo algo?
CAMPANERO.- tú eres campanero de la iglesia, me dijo, y luego señalando los montes: Este año va hacer hambre. No crees que causa angustia ver a un pueblo tan pobre y tan resignado?
SACRISTAN.- eso dijo?
CAMPANERO.- si, pero yo le respondí: El señor cura nos ha ordenado a rezar mucho, tal vez así el viento delnorte no soplara mas, no habrá mas helada y podremos lograr nuestras cosechas. Pero el lanzo una carcajada que hizo retumbar el mismo cielo.
SACRISTAN.- que insolencia! no te dijo quien era, que quería?
CAMPANERO.- solo me dijo que es el mismo Dios quien nos envía estas heladas porque quiere que los habitantes de este pueblo mueran de hambre.
SACRISTAN.- no hay que hacerle caso, lo que dijo notiene importancia, pero tú no debiste permanecer callado.
CAMPANERO.- no, si yo le dije que Dios no permitiría que nos muriéramos de hambre, pero él me contesto: ya lo ha permitido tantas veces... y luego, lo que más miedo me dio, ay Dios Santo!....
SACRISTAN.- qué? habla pronto.
CAMPANERO.- lo que más miedo me dio fue que adivino lo que yo estaba pensando porque me dijo.. Tu estas pensando que noes justo que estos pobres pasen hambre, cuando el Amo de este pueblo les ha arrebatado sus tierras, les hace trabajar para él.
SACRISTAN.- cállate! cállate!
CAMPANERO.- quiero ver al señor cura.
SACRISTAN.- no hay que hacer caso de lo que dice este muchacho. Siempre imaginas cosas extrañas.
CAMPANERO.- no, le juro que no.
SACRISTAN.- di la verdad.
CAMPANERO.- no. Deberas. No.
SACRISTAN.- túestabas borracho. Confiésalo.
CAMPANERO.- no lo sé, tal ves...
SACRISTAN.- estabas borracho. Deberías arrepentirte y...
CAMOANERO.- pero como iba a estar borracho si no había bebido nada?
SACRISTAN.- te digo que estabas borracho.
CAMPANERO.- está bien. Si usted lo dice, así debe ser. Tal vez así es mejor. Porque lo más terrible es que ese hombre desapareció del mismo modo que había aparecido. Si yoestaba borracho, nada tiene importancia.
SACRISTAN.- aquí viene el señor cura.
Entra el Cura. El pueblo se arrodilla, el Cura hace señal para que se levanten
CURA.- que pasa, hijos míos? es algo grave?
SACRISTAN.- no, señor Cura. Este muchacho ha bebido unas copas y...
CAMPANERO.- no es verdad! no es verdad! yo no estaba borracho. Usted debe creerme.
CURA.- levántate hijo.
CAMPANERO.-usted debecreerme que ahí, en el momento se me apareció un hombre vestido de negro me dijo que es Dios quien nos envía la miseria y la muerte, y lo peor es que apareció en el momento en que yo pensaba esas mismas palabras y su voz sonaba dentro de mí como si fuera mi mismo voz dicha por mil gargantas invisible. Me arrepiento de haber pensado eso. Me perdona verdad?
CURA.- te perdono si te arrepentiste. Lo...
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