las manos mas bellas del mundo

“Las Manos más Bellas del Mundo”

El humo negro y espeso la hizo despertar. Cuando se levantó de la cama en su mente aún retenía las imágenes borrosas de su interrumpido sueño. Sin embargo, apenassus cansados ojos se abrieron por completo, su afligida mirada se dirigió al cuarto del lado. Mi hijo –dijo desesperadamente.

La delgada y débil madre, olvidándose por ese instante su piernafracturada, corrió con todas sus fuerzas como si la vida de su hijo dependiera de su rapidez. Al abrir la puerta vio una escena espantosa, había fuego por todas partes. En su desesperación, no pudo vercomo las llamas devoraban los muebles y algunos juguetes que había en el cuarto, a sus ojos sólo le interesaban divisar la cama de Toñito. En ese instante una idea negra como el humo maloliente de lahabitación le entró en la mente, era la de perder a su hijo; pero de inmediato alejó de sus pensamientos ese terrible presentimiento. No había tiempo para elucubraciones mentales, tenía que ingresarya para rescatarlo.

Ni sus pies descalzos ni la idea de morir asfixiada la detuvieron.
Hijo mío –gritó mientras sus palabras se mezclaban con su llanto. Con las pocas fuerzas que le quedaban seabrió en medio del fuego, desafiando al denso y negro humo envenenado que le quitaba la respiración. En cada paso que daba las llamas se le agarraban en la ropa envolviéndola casi todo su cuerpo.
Conlas manos ya quemadas alzó a su hijo, mientras dejaba escapar gruesas lágrimas de amor y angustia. La estrechó entre sus tiernos brazos como la gallina que protege a sus polluelos

Esta valientemujer nunca supo cómo salió de allí. Cuando recuperó la conciencia en el hospital, el médico la felicitó por el encomiable acto de amor; pero le advirtió que sus manos y su cuerpo ya no podrán quedarcomo antes. Ella, después de saber que su hijo sólo tenía algunas quemaduras leves, contestó con una enorme sonrisa de felicidad.
- ¡Jamás me arrepentiré de haber dejado para siempre mis manos tan...