las maquinass
A la manera de Rainer Maria Rilke en Cartas a un joven poeta, Arnoldo Kraus realiza este notable epistolario y nos invita a recorrer los caminos de la vida, en los espejos del ser y con los ''pretextos"que sostienen la existencia.
Cada una de las 11 cartas dirigidas a un joven médico ¡Qué mejor lugar que la mirada y la escucha de los jóvenes! nos revela algunas de las caras de la medicina.
En la actualidad, expresa Kraus, nos enfrentamos ante la deshumanización de la medicina. Somos testigos de las maravillas de la biotecnología y espectadores impotentes de sus decapitaciones. Sabemos dela otrora inconcebible clonación y asistimos todos los días a las muertes por hambre o por enfermedades prevenibles en la mayor parte del mundo.
Nos deslumbramos al enterarnos de los trasplantes de órganos y nos aterramos con la (casi) desaparición de algunas poblaciones en Africa a causa del síndrome de inmunodeficiencia adquirida. Estos y muchos otros importantes temas son obsesión dolorosapara Arnoldo y un entramado muy ligado a la medicina. Para el escritor estas inmensas contradicciones se viven todos los días en todos los rincones del mundo y le parece inconcebible que tanta inteligencia se mezcle con tanta maldad y que la magia de la creación, sea médica, artística o científica se contamine por el odio y la destrucción.
En la carta número dos, Kraus reflexiona sobre losvínculos entre medicina y sociedad. Hace no muchos años, el médico tenía un papel importante en la sociedad, antes de que las ciudades grandes se volvieran intransitables y antes de que la mayoría de los médicos generales o internistas hubiesen casi desaparecido, algunos doctores tenían la costumbre de visitar a los pacientes en casa. Esto permitía la compenetración íntima y humana con el enfermo.Cuando se establece entre médico y paciente una relación empática el resultado es magnífico, no en balde Hitler entendió perfectamente esta dinámica dirigiendo sus primeros discursos, hacia 1933, a sociedades médicas. Conocedor, como pocos, de la sicología y la sicopatología de las masas, se acercó a los doctores. Sabía que el pueblo confiaba y creía en ellos. De igual manera menciona algunos médicoscomo Ernesto Che Guevara o el doctor Strockman, comprometidos con la verdad, la justicia y la sociedad. Lo mismo podría decirse del médico protagonista de La plaga, obra de Albert Camus. Arnoldo Kraus, lector ''macho" como diría el gran cronopio Julio Cortázar, observa el panorama social del mundo actual y le invade el escepticismo.
Nacer y morir son ámbitos que pertenecen a la medicina, perotambién a la filosofía. En la Grecia antigua, los médicos estudiaban el cuerpo y reflexionaban sobre él. Así a lo largo de 140 páginas, el escritor entra en terrenos tan delicados que mucho tienen que ver con temas filosóficos: ¿Debe el doctor opinar acerca de la eutanasia? ¿Debe el médico ayudar a un paciente a bien morir, si éste lo solicita? ¿Es el suicidio un tema médico o es meramentefilosófico? ¿Tiene que denunciar el médico las abusos que se hacen en países pobres donde acuden pacientes ricos a comprar órganos? ¿Es el aborto un tema que pertenece al rubro de la medicina? Estas y muchas otras interrogantes encontramos a lo largo del libro sin ofrecer respuestas, simplemente motivando a la libre reflexión porque no existen, advierte Arnoldo Kraus, respuestas universales a problemas tancomplejos e individuales.
Sin embargo, creo que la preocupación medular de Kraus a lo largo de las 11 cartas estriba en preguntarse si es posible deslindar el humanismo de la profesión médica. La respuesta es no. Palabras como compasión, misericordia, empatía, servicio, sensibilidad, solidaridad, afecto, deben ser referencias vitales para el galeno, piedras angulares que sostengan los...
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