Las medias rojas

SUMMER ASSIGNMENT AP LANGUAGE
“Las Medias Rojas” de Emilia Pardo Bazán
Antes de leer:
La autora Emilia Pardo Bazán nos sitúa en Galicia, España en los albores del siglo XX. A ella le toca vivir una época de pobreza y Galicia era considerada uno de los lugares más atrasados de España.
Ildara es una joven que vivía con su padre en una apartada zona de la región dela Coruña en Galicia, España. Pardo Bazán traza magistralmente un cuadro de pobreza espeluznante, una región destruida por la falta de trabajo, escuelas, economía, no había allí nada que hacer y por lo tanto nada que esperar. Las jóvenes se iban en busca de una vida mejor "hacia la suerte." Las condiciones paupérrimas en que vivían las obligaban a buscar esperanzas en otro lugar.
La narraciónse alterna con la descripción y el diálogo de una manera ordenada y precisa cumpliendo la función que la autora ha dispuesto. Mediante el diálogo podemos conocer mejor a los personajes, les da vida y nos sitúa como testigos mudos de lo que ocurre en la casa de Ildara a través de la descripción desgarrada, natural y real.
No olvidemos que la autora pertenece al movimiento realista por eso fijasu atención en los problemas sociales, económicos y políticos. El realismo no ve la literatura como “arte por el arte mismo”, al contrario representa la realidad de modo descarnado, en lo cual se ven rasgos del naturalismo: la representación descarnada de los hechos.
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Tarea: Leer la obra “Las medias rojas” en casa y subrayar palabras que no conocen.http://litgloss.buffalo.edu/bazan/text.shtml
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Las Medias Rojas
Emilia Pardo Bazán
Cuando la rapaza entró, cargada con el haz de leña que acababa de merodear en el monte del señor amo, el tío Clodio no levantó la cabeza, entregado a la ocupación de picar un cigarro, sirviéndose, en vez de navaja, de una uña córnea color de ámbar oscuro, porque la habíatostado el fuego de las apuradas colillas.
Ildara soltó el peso en tierra y se atusó el cabello, peinado a la moda “de las señoritas” y revuelto por los enganchones de las ramillas que se agarraban a él. Después, con la lentitud de las faenas aldeanas, preparó el fuego, lo prendió, desgarró las berzas, las echó en el pote negro, en compañía de unas patatas mal troceadas y de unas judía asacessecas, de la cosecha anterior, sin remojar. Al cabo de estas operaciones, tenía el tío Clodio liado su cigarrillo, y lo chupaba desgarbadamente, haciendo en los carrillos dos hoyos como sumideros, grises, entre lo azuloso de la descuidada barba.
Sin duda la leña estaba húmeda de tanto llover la semana entera, y ardía mal, soltando una humareda acre; pero el labriego no reparaba: a humo, ¡bah!,estaba é1 bien hecho desde niño. Como Ildara se inclinase para soplar y activar la llama, observó el viejo cosa más insólita: algo de color vivo, que emergía de las remendadas y encharcadas sayas de la moza... Una pierna robusta, aprisionada en una media roja, de algodón...
--¡Ey! ¡Ildara!
--¿Señor padre?
--¿Qué novidá es ésa?
--¿Cuál novidá?
--¿Ahora me gastas medias, como la hirmán delabade?
Incorporóse la muchacha, y la llama, que empezaba a alzarse dorada, lamedora de la negra panza del pote, alumbró su cara redonda, bonita, de facciones pequeñas, de boca apetecible, de pupila. claras, golosas de vivir.
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--Gasto medias, gasto medias--repitió, sin amilanarse--. Y si las gasto, no se las debo a ninguén.
--Luego nacen los cuartos en el monte --insistió el tío Clodiocon amenazadora sorna.
--¡No nacen!... Vendí al abade unos huevos, que no dirá menos él... Y con eso merqué las medias.
Una luz de ira cruzó por los ojos pequeños, engarzados en duros párpados, bajo cejas hirsutas, del labrador... Saltó del banco donde estaba escarranchado, y agarrando a su hija por los hombros, la zarandeó brutalmente, arrojándola contra la pared, mientras barbotaba:...