Las nuevas formas de educar

El conocer, el llegar a poder captar la esencia, las cualidades y naturaleza de un algo, es un acto poderoso, que en el caso del aprendizaje de la lectoescritura significa disponer de la palabra,hablada y escrita, siendo esto una actividad con una fuerte carga social, cultural e histórica, cuya complejidad abarca una serie de factores, entre los cuales se encuentran procesos estructuralesinconscientes que derivan de experiencias del pasado, los que aceleran o retardan el momento en que aparecen los procesos cognitivos esperados para aprehender aquel conocimiento.

Hoy en día en muchas denuestras escuelas municipales se están enfrentando al “reto” establecido por el Plan de Superación Profesional, en que se auto obligan a que el 90% de sus alumnos aprendan a leer en 1° básico,discusiones van, discusiones vienen sobre la imposibilidad de alcanzar estas metas. Ante ello nos preguntamos por qué es están difícil aquello, qué es lo que tienen nuestros estudiantes que les impideaprender a escribir y leer en su primer año de educación básica. Siento que la respuesta a ello no encuentra en ellos, sino en los educadores, somos los profesores unos provocadores de conocimientos,somos nosotros quienes debemos despertar la curiosidad, las ganas por adquirir conocimiento, de ser capaces de capturar la atención de los niños y niñas, tarea que efectivamente es difícil, pues encondiciones normales un individuo está sometido a innumerables estímulos, tanto internos como externos.

Pensamos que el actuar del profesor en el aula está desfasado con el contexto social o históricoen que se están desarrollando sus estudiantes, en general las clases son aburridas, rutinarias y que al momento de planificar por parte del profesor no son considera los en promedio 40 universosexistentes en el aula, con sus respectivas necesidades y experiencias previas. A ello se suma la desconsideración de los tiempos que un niño pequeño puede atender, ¿se planifica pensando en cuanto a la...