LAS NUEVE VIDAS DE CHLOE KING

LAS NUEVE VIDAS DE CHLOE KING
THE FALLEN
PROLOGO

Él no se cansó ni perdió su rastro nunca. No desde la primera vez que ella lo vio, hace una hora, en la barra, cuando su manga dejó aldescubierto una marca negra adornada, un tatuaje con florituras y cicatrices de tinta donde estaban escritas esas ya conocidas palabras: "Sodalitas gladii Decimi".
Y entonces ella huyó.
Respiróprofundamente y miró hacia delante, saltando por encima de montones de basura y charcos, con una precisión propia de un acróbata, impulsada por su terror. ¿Con qué calle conectaba este callejón? ¿Había un lugarpúblico cerca (incluso una gasolinera abierta las 24 horas) donde ella estaría a salvo?
Finalmente, el olor a aire puro y mojado le indicó que había una salida más adelante. Una puerta valladabloqueó el otro extremo del callejón.
Se preparó para saltar, con la sensación de triunfo y libertad repiqueteando en sus oídos.
De pronto, algo ardió en su pierna izquierda a través del músculo. Seaferró a la puerta, con la pierna colgando inútilmente bajo ella. Consiguió recobrar la compostura y escaló hacia arriba, mano sobre mano, cuando un zumbido apenas perceptible anunció un segundoataque. En un instante, ella cayó.
-Atrapada, me temo- dijo una voz irritantemente tranquila.
Desesperada, trató de arrastrarse por el suelo, intentando alejarse de él, pero no había donde ir.
-Porfavor... no,- gimió ella, quedando de espaldas a la pared -no soy lo que piensas, no soy mala-.
-Estoy seguro de que no crees que lo eres.
Ella oyó una cuchilla, pequeña y fina como una daga,siendo desenfundada de su vaina.
-Yo nunca he, nunca le haría daño a nadie, por favor...- él cortó su garganta.
-Id facio tibi, Deus- susurró, poniendo su mano izquierda de lado sobre su corazón, conel pulgar en el centro de su pecho, apuntando hacia arriba.
Un suave suspiro escapó de la chica ya moribunda, mientras una cinta delgada de sangre corría por su cuello, diminutas marcas de un...