Las ovejas negras

Páginas: 14 (3252 palabras) Publicado: 6 de octubre de 2013
ufeffLas ovejas negras

Es evidente que he sido designado para cuidar de que la cadena de ovejas negras de mi familia no quede interrumpida en mi generación. Uno u otro tenía que ser, y he sido yo. En un principio, nadie lo habría dicho, pero el caso es que he sido yo. Las personas sensatas de nuestra familia aseguran que el tío Otto ejerció sobre mí una mala influencia. El Tío Otto fue laoveja negra de la generación pasada, y padrino mío. Alguien tenía que ser, y fue él. Naturalmente fue elegido para apadrinarme antes de que se pusieran de manifiesto sus malas indicaciones. También a mí me eligieron para apadrinar a un niño de la familia, al cual, desde que se me considera a mí la oveja negra, mantienen cuidadosamente a distancia. En realidad, deberían estarnos agradecidos, pues unafamilia sin ovejas negras
es una familia sin carácter.
Mi amistad con el tío Otto comenzó pronto. Venía a vernos a menudo, y nos traía siempre más dulces de los que mi padre juzgaba convenientes. Hablaba y hablaba, y al final de sus parlamentos venía invariablemente un intento de sablazo.
El tío Otto tenía una gran cultura. No había materia en la que no estuviese versado: sociología,literatura, música, arquitectura. Sabía de todo. Hasta a las personas especializadas les agradaba conversar con él, y todos le encontraban inteligente, interesante y extremadamente simpático, hasta el momento en que la sorpresa del sablazo les desencantaba. Esto era lo más terrible: que no se limitaba a explotar a los miembros de la familia, sino que colocaba sus pérfidas trampas dondequiera que le parecíaque podían dar resultado.
Todo el mundo era de la opinión de que el Tío Otto habría podido “convertir en dinero” –según la expresión habitual en la generación pasada– sus múltiples conocimientos. Pero no lo hacía. Prefería convertir en dinero los nervios de sus parientes.
Siempre constituyó un misterio la forma en que conseguía dar la impresión de que aquella vez no lo haría. Pero lo hacía.Invariablemente. Implacablemente. Creo que no podía resignarse a renunciar a ninguna oportunidad. Sus peroratas eran convincentes llenas de auténtico entusiasmo, coherentes, ingeniosas, brillantes, aniquiladoras para su antagonista, conmovedoras para sus amigos... Podía tratar de cualquier tema. Tenía amplias nociones de puericultura, aunque no tenía hijos; envolvía a las mujeres en apasionantesconversaciones sobre regímenes a observar en las diversas enfermedades infantiles: aconsejaba medicinas, anotaba recetas de ungüentos y polvos... Sabía incluso cómo tener a los bebés en brazos, y todo niño llorón se calmaba inmediatamente al pasar a su cuidado. Tenía como un don mágico. Lo mismo analizaba la Novena Sinfonía de Beethoven que redactaba textos jurídicos o citaba de memoria el número delartículo de una ley.
Pero, fuese cual fuese la conversación habida y el lugar donde se hubiese
desarrollado ésta, llegaba inevitablemente el momento de la despedida, y, ya
en el rellano, estando la puerta casi cerrada, mi tío asomaba su pálido rostro,
en el que destacaban los vivaces ojos negros, y decía, como si tratase de algo
intrascendente, ante el temor de la expectante familia,dirigiéndose a la cabeza de la misma:
–Por cierto, ¿podrías prestarme...?
Las sumas que pedía oscilaban entre uno y cincuenta marcos. Cincuenta constituían el máximo; a través de los años había quedado establecido, por una ley no escrita, que no debía pedir más. Y añadía a continuación:
–A corto plazo...
“A corto plazo” era su expresión favorita . Después entraba de nuevo a la casa, dejaba otra vez elsombrero en la percha, se quitaba la bufanda y se ponía a explicar para qué necesitaba el dinero. Siempre tenía planes, planes infalibles. Nunca necesitaba el dinero para vivir, sino para alguna inversión que habría de proporcionar una base sólida a su existencia. Fueron objeto de sus planes desde un puesto de refrescos, del cual aseguraba que le reportaría ingresos elevados y regulares, hasta...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • La oveja negra
  • Ovejas Negras
  • La oveja negra
  • La Oveja Negra
  • La Oveja Negra
  • Una oveja negra
  • La Oveja Negra
  • La oveja negra

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS