las palabras mágicas
Las palabras mágicas
~1~
Alfredo Gómez Cerdá
Las palabras mágicas
ALFREDO GÓMEZ CERDÁ
LAS PALABRAS
MÁGICAS
~2~
Alfredo Gómez Cerdá
Las palabras mágicas
Índice
Argumento: ........................................................................... 4
.
Cápitulo 1 ¿A qué podemos jugar esta tarde? ...................................... 5
Cápitulo 2
¡A mí no me duele nada! .................................................... 11
Cápitulo 3
Alí Pérez, el pirata ............................................................... 17
Cápitulo 4
Una idea extraordinaria ..................................................... 23
Cápitulo 5 No puedes volverte atrás ................................................... 31
Cápitulo 6
¡Qué aburrimiento! ............................................................. 37
Cápitulo 7
¿Un globo? ........................................................................... 41
.
~3~
Alfredo Gómez Cerdá
Las palabras mágicas
Argumento:
Ramón es un niño con una imaginación desbordante y todos recurren a él a la hora de jugar.
Vive con tanta intensidad sus fantasías que se olvida
de todo, hasta de que tiene ganas de hacer pis. Eso le
va a ocasionar algún disgusto, sobre todo con su
intransigente madre. Este libro es la primera
incursión del autor en la literatura infantil.
~4~
Alfredo Gómez Cerdá
Las palabras mágicas
Capitulo 1
¿A qué podemos jugar esta tarde? LA CIUDAD donde Ramón vivía era, más o menos, como todas. Ya sabéis: mucha
gente, muchos automóviles, muchas chimeneas, mucho ruido... Era una de esas
ciudades que tienen mucho de todo y que, sin embargo, carecen de cosas tan
elementales como unos poquitos árboles, una cigüeña anidando en lo alto de una
torre, un río limpio... Sí, era una ciudad normal y corriente. De todas formas, da lo
mismo cómo fuese su ciudad y, si me apuráis, ni siquiera es importante que se trate
de una ciudad.
La casa donde Ramón vivía también era normal y corriente, como casi todas, tal
vez como la tuya y la mía. Era una de esas casas grandotas, con muchísimos vecinos;
y Ramón estaba encantado de tener tantos vecinos, sobre todo porque entre ellos
estaban el Cipri y Rúper, sus dos mejores amigos.
Ramón era un niño alto y grande, muy crecido para su edad; de ojos grandes, a
veces incisivos, a veces distantes; un largo flequillo castaño le llegaba hasta las cejas
y... y... No se me ocurre nada más. ¡Ah, sí! Resulta que era malísimo, rematadamente
malo. Bueno... no exactamente. ¿Cómo podría explicároslo? Lo que quiero decir es
que Margarita, su madre, decía eso a todo el mundo:
—Tengo el peor hijo de todos los hijos —solía comentar con cualquiera—. Me va a
matar a disgustos.
—Mujer, es sólo un muchacho —solía disculparle el interlocutor de turno.
—Es travieso, desobediente, mentiroso, respondón, holgazán... Es, es, es... Acabará con mi paciencia y con mis nervios. Es bruto, sucio, vago... y meón.
—¿Meón?
—Enuresis infantil, dice el doctor. ¡Pamplinas, digo yo! Lo que me faltaba. Sí, a
pesar de lo grande que le ves. ¡Ramón, déjate la nariz! ¡Cochino!
Margarita era una de esas madres que hablan tanto, tanto, que a menudo se
olvidan de escuchar.
Pero... ¿cómo era Ramón? Pues, la verdad, yo creo que era un niño como tú o como yo, o como el Cipri, o como Rúper, o como cualquiera de los muchos amigos
del barrio y el colegio que por las tardes llenaban de polvo y estrépito el pequeño
~5~
Alfredo Gómez Cerdá
Las palabras mágicas
jardín de la plaza del Árbol Solitario. Era... alegre, juguetón, cariñoso, simpático,
listejo ‐sólo había sacado un ...
Regístrate para leer el documento completo.