las palabras y las cosas michael foucault
Este libro nació de un texto de Borges. De la risa que sacude, al
leerlo, todo lo familiar al pensamiento —al nuestro: al que tiene
nuestra edad y nuestra geografía—, trastornando todas las superficies
ordenadas y todos los planos que ajustan la abundancia de seres,
provocando una larga vacilación e inquietud en nuestra práctica milenaria
de lo Mismo y lo Otro. Este texto cita"cierta enciclopedia
china" donde está escrito que "los animales se dividen en a] pertenecientes
al Emperador, b] embalsamados, c] amaestrados, d] lechones,
e] sirenas, f] fabulosos, g] perros sueltos, h] incluidos en esta
clasificación, i] que se agitan como locos, j] innumerables, k] dibujados
con un pincel finísimo de pelo de camello, l] etcétera, m]
que acaban de romper el jarrón, n] que delejos parecen moscas".*
En el asombro de esta taxinomia, lo que se ve de golpe, lo que, por
medio del apólogo, se nos muestra como encanto exótico de otro
pensamiento, es el límite del nuestro: la imposibilidad de pensar esto.
Así, pues, ¿qué es imposible pensar y de qué imposibilidad se
trata? Es posible dar un sentido preciso y un contenido asignable
a cada una de estas singularesrúbricas; es verdad que algunas de
ellas comprenden seres fantásticos —animales fabulosos o sirenas—;
pero justo al darles un lugar aparte, la enciclopedia china localiza
sus poderes de contagio; distingue con todo cuidado entre los animales
reales (que se agitan como locos o que acaban de romper el
jarrón) y los que sólo tienen su sitio en lo imaginario. Se conjuran
las mezclas peligrosas, losblasones y las fábulas vuelven a su alto
lugar; nada de inconcebible anfibia, nada de alas con zarpas, nada
de inmunda piel escamosa, nada de estos rostros polimorfos y demoniacos,
nada de aliento en flamas. Aquí la monstruosidad no
altera ningún cuerpo real, en nada modifica el bestiario de la imaginación;
no se esconde en la profundidad de ningún poder extraño.
Ni siquiera estaría presente enesta clasificación si no se deslizara en
todo espacio vacío, en todo intersticio blanco que separa unos seres
de otros. No son los animales "fabulosos" los que son imposibles,
ya que están designados como tales, sino la escasa distancia en que
* "El idioma analítico de John Wilkins", Otras inquisiciones, Emecé Editores,
Buenos Aires, 1960, p. 142. [T.]
[1]
2 PREFACIO
están yuxtapuestos alos perros sueltos o a aquellos que de lejos parecen
moscas. Lo que viola cualquier imaginación, cualquier pensamiento
posible, es simplemente la serie alfabética (a, b, c, d) que
liga con todas las demás a cada una de estas categorías.
Por lo demás, no se trata de la extravagancia de los encuentros
insólitos. Sabemos lo que hay de desconcertante en la proximidad
de los extremos o,sencillamente, en la cercanía súbita de cesas sin
relación; ya la enumeración que las hace entrechocar posee por sí
misma un poder de encantamiento: "Ya no estoy en ayuno —dice
Eustenes—. Por ello se encontrarán con toda seguridad hoy en mi
saliva: Áspides, Amfisbenas, Anerudutes, Abedesimones, Alartraces,
Amobates, Apiñaos, Alatrabanes, Aractes, Asteriones, Alcarates, Arges,
Arañas, Ascalabes,Atelabes, Ascalabotes, Aemorroides, ..." Pero
todos estos gusanos y serpientes, todos estos seres de podredumbre
y viscosidad hormigueante, como las sílabas que los nombran, en la
saliva de Eustenes, tienen allí su lugar común, como sobre la mesa
de disección el paraguas y la máquina de coser, si la extrañeza de
su encuentro se hace evidente es sobre el fondo de ese y, de ese
en, de ese sobre,cuya solidez y evidencia garantizan la posibilidad
de una yuxtaposición. Es, desde luego, muy improbable que las
hemorroides, las arañas y los amabates vengan a mezclarse un día
bajo los dientes de Eustenes, pero, después de todo, en esta boca
acogedora y voraz encontrarían buen lugar de habitación y el palacio
de su coexistencia.
La monstruosidad que Borges hace circular por su enumeración...
Regístrate para leer el documento completo.