Las Polémicas del Folclore
En la edición de los Anales de la Universidad de Chile de agosto de 1911 aparecióinserto un artículo titulado "Adivinanzas corrientes en Chile" del investigador Eliodoro Flores, miembro de la Sociedad del Folklore Chileno (SFCh). Comoestaba acordado, los artículos que se discutían en dicha Sociedad serían publicadosen la Revista del Folklore Chileno y en los Anales,órgano científico y oficial de laUniversidad. El autor, profesor del Instituto Nacional, realizó una recopilaciónde adivinanzas entre el pueblo y, para provocar expectación entre los lectores,acordó con Rodolfo Lenz (presidente de la SFCh) no entregar las respuestas a lasadivinanzas sino hasta la publicación de la segunda parte, el semestre que le siguió.A partir de este hecho se produjo unaencarnada polémica que se manifestóen la prensa. El Diario Ilustrado publicó, en primera plana, que dicho artículo era,
"torpe, grosero, repugnante, nauseabundo, es un atentado contra la moral, un insultocontra la cultura nacional, una afrenta vergonzosa para la Universidad", en tantoque en su símil porteño La Unión se explica que "hemos visto una abundante colecciónde indecencias tan inmundas, tanasquerosas, tan repugnantes y tan burdas, queno es posible siquiera insinuar en qué consisten. So pretexto de las adivinanzas, seestampan en letra de molde [...] todo lo que constituye la delicia de los bajos fondossociales, lo más grosero que pueda discurrir la malicia y la ignorancia populares, esosacertijos de doble sentido cuya miga está en su estructura brutalmente torpe, ya quelas solucionesresultan totalmente imbéciles"2.
Las adivinanzas a que se hace referencia decían: "Pica con el piquito/tira conel potito; Un ave que no tiene pechos y cría/ a los vivos da la vida y a los muertosla alegría; Un animalito lacre/ que pica y no saca sangre; Meto lo duro en loblando/ y las dos quedan colgando"3. Se cuestionaron también dos adivinanzasque Eliodoro Flores entregó como ejemplo y quealudían a políticos como VenturaBlanco Viel y Pedro Montt. Este hecho significó que la publicación de la segundaparte de las adivinanzas fuera cancelada, a la vez que Domingo Amunátegui(Rector de la Universidad de Chile) le advirtió a Rodolfo Lenz que tuviera máscuidado y cautela con lo que publicaban los miembros de su sociedad4.
La respuesta de Lenz y Eliodoro Flores buscaron explicar que lasadivinanzaseran picarescas, que parecen aludir a actos "no muy finos", pero que su respuestasiempre era "inofensiva", aunque eso depende de la solución que busque cadacual. También plantearon como argumento que su objeto de estudio, el pueblochileno, poseía la picardía como una característica importante de su idiosincrasia,por lo tanto, no podían censurar "ese lado del alma popular", pues "elcoleccionadorfolclórico recoge no escoge los materiales"5.
Noventa años después, durante el acto de asunción del mando presidencial deRicardo Lagos en la Estación Mapocho, se presentó la agrupación Los Chileneros,que cultivaba el género "cueca centrina". Mientras los cantores entonaban las cuecasbravas, la pareja compuesta por Hiranio Chávez y Rita Núñez bailaron al más puroestilo de las casas decanto de los arrabales chilenos. Este hecho, presentado en unacto oficial y ante la presencia de delegaciones extranjeras, fue criticado por laparlamentaria de la Unión Demócrata Independiente (UDI) María Angélica Cristi,quien reclamó la participación de este grupo con el siguiente tenor: "[...] desdemi punto de vista, el acto no representó en nada a la música chilena. Apareció unconjunto de trespersonas y una pareja de bailarines [...]. Se tocó música chilena yse bailaron tres pies de cueca. Tal presentación fue de muy mal gusto, porque norepresentaba en nada a quienes siempre han sido los más auténticos exponentesde la música chilena [...]. La gala de la Estación Mapocho fue hecha con muchoesfuerzo, y habiendo gran cantidad de conjuntos folclóricos con tanto prestigio nosólo en...
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