Las relaciones entre españa y méxico durante la ii república

El espejo invertido: las relaciones hispano-mexicanas durante la Segunda República Española, 1931-1936

Agustín Sánchez Andrés**

Resumen

Las relaciones hispano-mexicanas estuvieron marcadas durante la breve existencia de la Segunda República por el estrechamiento de las relaciones bilaterales a causa de factores de índole interna y externa. Los vínculos ideológicos y personalesestablecidos por una parte de los sectores dirigentes de ambas naciones desempeñaron un importante papel en un proceso que fue acompañado por una redefinición de la imagen de España en México. Con todo, la colaboración hispano-mexicana durante este período estuvo determinada, en última instancia, por las necesidades y estrategias de la política exterior española y mexicana.

Palabras y conceptos clavesRelaciones México-España
Segunda República española
Maximato
Cardenismo

Cita representativa
“La simpatía entre nuestros pueblos y gobiernos, manifiesta en la elevación de nuestras respectivas representaciones, expresa, no sólo los fríos y afectados actos requeridos por la cortesía diplomática, sino, más bien, lazos más profundos y afectuosos. Estos sentimientos están arraigados tanto enla comunidad de ideales compartidos por México y la República Española, como en la certitud de que estamos por inaugurar una nueva era en la relación entre nuestros países.
Pascual Ortiz Rubio a Julio Álvarez del Vayo
Excélsior, 20 de junio de 1931

La proclamación de la Segunda República Española el 14 de abril de 1931 inauguró una etapa de las complejas relaciones entre el Méxicorevolucionario y España caracterizada por un inusual acercamiento entre los dos países. El proceso de normalización de las relaciones entre ambas naciones fue propiciado tanto por la precaria posición internacional de México a principios de la década de 1930, como por las nuevas directrices de la política latinoamericana implementada por el régimen republicano español. El acercamiento hispano-mexicano sevio asimismo facilitado por las coincidencias ideológicas entre los sectores dominantes de ambos regímenes políticos.
Hacia 1931 México todavía se enfrentaba a los recelos de la mayoría de las naciones latinoamericanas y de las grandes potencias debido a su trayectoria revolucionaria y su nacionalismo económico. Tras la exclusión de México de la Sociedad de Naciones en 1919, los sucesivosgobiernos revolucionarios se habían esforzado por normalizar sus relaciones con el exterior, especialmente durante la segunda mitad de la década de 1920. Ello determinó que la proclamación de la República Española fuera contemplada por la diplomacia mexicana como una oportunidad para iniciar un acercamiento hacia la antigua metrópoli. Este proceso debe enmarcarse dentro de las nuevas coordenadas dela política exterior mexicana promovidas desde la Secretaría de Relaciones Exteriores por Generaro Estrada con el objetivo de mejorar las relaciones del México postrevolucionario con el resto del mundo, buscando un contrapeso a las siempre problemáticas relaciones con los Estados Unidos.
Las relaciones bilaterales se vieron igualmente impulsadas por el cambio de rumbo de la política exteriorespañola durante la Segunda República. El gobierno de Manuel Azaña otorgó a América Latina la misma importancia que esta región había tenido para la dictadura de Miguel Primo de Rivera. No obstante, a diferencia de lo que había sucedido durante la etapa precedente, la política latinoamericana de los sucesivos gobiernos republicanos no estuvo dirigida a la consecución de un hipotético liderazgo sobreel bloque hispanoamericano en la SDN, que permitiera a España incrementar su escaso relieve internacional. La diplomacia republicana, consciente de las limitaciones impuestas a la acción exterior española por un escenario internacional sumamente conflictivo, se limitó a intentar estrechar los vínculos políticos, económicos y culturales con las repúblicas latinoamericanas sin ninguna pretensión...