las religiones diabolicas
“El amor siempre nos permitirá distinguir con claridad el trigo religioso de la cizaña supersticiosa. Las personas realmente religiosas son benignas ypacíficas. No adoran a Dios en los templos, sino en espíritu y en verdad. Se han sacudido las cadenas sacerdotales y deciden por sí mismos lo que es justo. No persiguen ni lapidan a las adúlteras, ni alos homosexuales, ni a los ladrones, ni a los blasfemos, pues no sólo no los condenan, sino que ni siquiera los juzgan. No someten a las mujeres, las aman. No adoctrinan a los niños, los ayudan ahacerse hombres y mujeres íntegros. Desprecian las riquezas, que siempre son injustas. Trabajan con sus manos para tener qué compartir con el que padece necesidad. No abandonan jamás a los suyos en lavejez, la enfermedad o la pobreza, pues no podrían convivir con tamaña ingratitud. Se sienten más dichosos al dar que al recibir. Y si sufrieran la desventura de tener que gobernar a otros hombres, loharían como simples servidores, nunca como dominadores”.
El último sermón que prediqué, hace ya muchos años, ante unos cientos de protestantes de varias denominaciones y unos doce pastores, lo titulé“El amor: misterio y ministerio”, e intenté trasmitir a los presentes la necesidad de que el Evangelio, para conseguir alguna influencia en el mundo moderno, debería volver a ser, tal comoCristo loquiso, un mensaje de amor, alegría y libertad para toda la humanidad, aunque para ello hubiere que purgarlo de todas las supersticiones y dogmas absurdos que se le añadieron a lo largo de siglos hastahacerlo irreconocible.
CUALQUIERA QUE CONSIDERA UN SERVICIO DIVINO MATAR AL PRÓJIMO NO CONOCE A DIOS
Sabiendo muy bien a qué público me dirigía, recordé aquellas palabras finales de Jesús a susdiscípulos más íntimos, advirtiéndoles de las persecuciones que les sobrevendrían: “Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios. Y...
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