las tareas
Ferdinand Huneke
"De un caso quisiera hablarles brevemente, ya que el derrumba nuestra vieja concepción de patología. Se trataba de una urticaria surgida después de consumir fresas y no desaparecía a tratamiento alguno. Una sola aplicación de procaína en un diente sin nervio puso fin de inmediato al molestoprurito y al día siguiente desaparecieron las manchas que cubrían todo el cuerpo.
Vemos de nuevo como la urticaria, en el sentido del arte de curar, no es ningún diagnostico. Sólo a la existencia del diente muerto se debía la irrupción de la enfermedad. El disfrute de las fresas es solo "segundo golpe de Speransky".
La concepción sobre 17 dientes sin nervio se deben primero, por ejemplo,examinar 6 piezas del maxilar superior derecho y -con consentimiento del paciente- dejar el resto de los tests para los días siguientes, están condenada desde un principio a un total fracaso.
La misma experiencia aunque en su esencia aún no reconocida, la tienen incluso los científicos. Está relacionada con el nombre de "anacoresis". Bajo este término se esconde la experiencia de que lasmanifestaciones de enfermedad no desaparecen cuando de 6 dientes culpables sólo se extraen 5. Esto se interpretó en la "era focal" de la siguiente manera: el diente sin extraer permanecía con su granuloma en condiciones de aglutinar a su alrededor las bacterias circulantes en la sangre (esto significa anacoresis) y con la fuerza de 6 dientes impulsarlas para que siguiesen actuando patológicamente. Ahora bien, en nuestra era del reconocimiento de campos interferentes, la "visión" del caso, sería como sigue: el campo interferente que circunda los 6 dientes y en cuya formación, naturalmente, pueden participar bacterias y toxinas, corresponde en su esencia a una situación de cortocircuito. El electricista, si a un alambre quemado de 6 cm de largo le reemplaza y renueva solo 5 cm, actúa elcentímetro restante (el diente sin extraer) con fuerza inalterada de cortocircuito. Puede que esto no suene tan científico como el término y concepción de anacoresis, pero le encaja a la realidad sin dejar callos ni pisar juanete.
En los mismos dientes, es incluso evidente el hecho de que la infección no necesita estar comprometida en la formación de un campo interferente. Esto no disminuye de ningunamanera el mérito de Passler, quien ya desde 1911 luchó por la enseñanza focal y fue criticado y cargado con la burla de una masa ignorante.
Después de Passler vinieron olas de exodontismo y también de todo lo contrario. Ambas corrientes demostraban con estadisticas "la razón" para su proceder. Nosotros no buscamos la comprobación estadistica, sino la curación de la enfermedad en cada casoaislado y hoy es considerado como ciego el que no sea capaz de producir estas curaciones. ¿O acaso se me quieren negar, en discusiones bizantinas, las curaciones aqui descritas?. Que pudiesemos incluso publicar por millares. Los curados por nosotros no mostraran comprension por estos charlatanes.
Mi discipulo Dr. Dohrn publicó en el "Rheinische Aerzteblatt" de febrero de 1954 la siguientecuración:
"Un hombre de 60 años sufría desde hacía tiempo de ataques de angina diarios y constante, los cardiologos e internistas con todos los medios no legraban absolutamente nada. El estado del paciente llegó a un grado tal que los especialistas tuvieron que oscurecer mas el caso con repetidas dosis nocturnas de morfina. Es como colocar una escayola sobre una parte húmeda en lugar de reparar lagotera o la parte rota de la tubería. Tanto se insistía en seguir poniendo capa sobre capa, es decir, medicamento, electrocardiograma, medicamento, electrocardiograma, que el paciente aterrizó extenuado en la clínica Universitaria de Bonn, en los Departamentos de Medicina Interna y Cardiología y tras seis semanas de segior doctorando sobre electros, algias y medicamentos no se avanzó ni un solo...
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