Las Toxicomanias
¿Por qué el amor? Porque podrá resultar engañoso, pero sin embargo nos abre la puerta a la dimensión de la falta. [1]
El título del seminario anual delDepartamento de Toxicomanías y Alcoholismo del CIEC atrajo mi atención y varios interrogantes: ¿Qué acontece en la transferencia en el tratamiento de un sujeto que consume drogas y/o alcohol? ¿Hay obstáculospara la instalación de la transferencia y en la dirección de una cura, cuáles son?
Tomaré la cuestión del cinismo como uno de los obstáculos en la instalación de la transferencia. En el psicoanálisisde la orientación lacaniana, la pregunta se precisa en torno a la relación del sujeto con el objeto droga. ¿Qué podemos situar de esta relación? La droga se presenta como un objeto que permite laobtención de un goce sin necesidad de pasar por el Otro, produciéndose una anulación del Otro. Dicho goce sería extraído del propio cuerpo, por lo cual se inscribiría en la línea del autoerotismo. [2]Es decir, la sustancia tóxica sirve al sujeto para la obtención de un goce, es un partenaire de goce, y en muchos casos un partenaire privilegiado.
Miller plantea la especificidad de cierto goce enlas toxicomanías diciendo que se trata de un goce cínico, que rechaza al Otro, que rehúsa que el goce del cuerpo propio sea metaforizado por el goce del cuerpo del Otro. Modalidad que implica uncerrarse sobre sí mismo, un aislamiento del Otro, una especie de retorno al autoerotismo.
El cinismo fue una escuela filosófica fundada por Antístenes, quien decía que el placer no era necesario y exhortabaa sus seguidores a no mover un solo dedo en su búsqueda, experimentando una necesidad de ir más allá del principio de placer. Para los cínicos, la miseria del hombre es resultado de la civilización,por eso lo más preciado era la vida solitaria, atacando a las instituciones, los valores establecidos, las reglas, rechazando al Otro. Antístenes llegó a negar hasta el hablar mismo, siendo inútil...
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