las vacas
Las cartas, en su cuestiónformal, revelan a un científico preocupado por parecer respetuoso a la hora de los saludos (besa manos de cardenales varios, saluda a los abrazos con vehemencia, dice que todos son respetabilísimos señores,amadísimos de él, muy superiores señorías, etc.) pero implacable a la hora de la crítica. Galileo es además un muy buen escritor que piensa cosas claras y entonces puede hacerlas aparecer comosimples aunque en realidad no lo sean. Para probar las intuiciones de Copérnico él ha debido complejizar las observaciones y los análisis de los desplazamientos de varios cuerpos celestes tales como Marte,Venus o los entonces recién descubiertos (por él mismo) satélites de Júpiter. Por tanto, su tono no esconde cierta soberbia, que en el fondo es lo que terminará precipitándolo quince o veinte años mástarde.
Finalmente digamos que Galileo, tan inteligente como fue, es el mismo artífice de su desgracia moral: cuando se pone a filosofar sobre las sagradas escrituras y las opiniones de algunos delos padres de la Iglesia (siempre tropeadas hacia cualquier interpretación que convenga al interesado de turno) –siendo San Agustín el favorito- le entrega las armas a sus enemigos. Y se las entregabien afiladas. Cuidadoso lector de textos religiosos e interpretativos, nada puede hacer contra los que han ido mucho más allá.
Si para suprimir del mundo esta opinión y doctrina bastase con...
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