Las ventajas de ser invisible

18 de Noviembre del 2013
Querido Sthephen:
Stephen una metáfora potentísima que explica a la perfección de qué estamos hablando… Sí, efectivamente, de la adolescencia. Esa época tan terrible.Esos años en los que todos, y el que diga lo contrario miente, nos sentimos en una y mil ocasiones como “la fea del baile”.
Pues bien. Lo compré en oferta y me mentalicé que existe un sinfín de novelascon excelentes títulos y cuyo contenido deja mucho que desear. Con ese ánimo quité el plástico de la versión que tiene en portada a los actores de la película y me perdí en el mundo de Charlie, unniño de quince años sumamente especial.
Empecé leyendo la primera carta, y cuando me di cuenta, me había acabado la primera parte del libro. No se cuánto tiempo estuve leyendo, me dejé absorber por ellibro.
No quería, ¡necesitaba! seguir leyendo una carta más... y así durante toda la lectura del libro. Me decía: “solo una carta más”, pero siempre era alguna más antes de cerrar el libro.
¿Qué fuelo que me llamó la atención según leía?: Charlie.
Él, su forma de contar su vida a través de las cartas, su forma de vivir.. Recuperarse de la muerte de su mejor amigo y sobre todo seguir el consejoque le dio su profesor, simplemente le dijo: “implícate”. Puede que no suene a mucho, no es ni una parrafada ni un discurso digno de uno de los ganadores de un gran premio, pero es un consejo queCharlie necesitaba, y seguramente, alguno que otro que esté leyendo o haya leído el libro también lo necesite.
He sabido de varias críticas en las que dicen que Charlie tiene una discapacidad mental quepara mi gusto no es así. Aún existe la inocencia. Es difícil ser inocente a los quince o dieciséis ¿Pero acaso es tan imposible creer que una persona es aún inocente?
Para mi Charlie es simplementeun chico especial con una vida un tanto traumática, que vive a través de los libros que lee – totalmente me siento identificada - y cuyo único amigo es su profesor de literatura.
Al igual que con...