Las Verdades Del Murciélago

JACOBO
El murciélago desvelado (PORTADA -1)
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1

¿Qué hay más allá de la noche?
¿Dónde duerme la luna?
¿Quién apaga las estrellas?
Así de bonitas eran las preguntas que Jacobo se hacía al terminar una larga noche, justo cuando los primeros rayos del sol comenzaban a dibujar las siluetas de las montañas.
Ese amanecer -uno de tantos- sus ocho primitosescucharon con aburrimiento un diálogo que ya conocían:
-Vamos, Jacobo, que ya es hora de colgarse -dijo su mamá.
-Un ratico más, sólo un ratico más -contestó.
-Que no y que no, a dormir se ha dicho. ¿No ves que ya es muy temprano? Después no llores si te quedas dormido en el aire y te estrellas contra el suelo. ¡Hay que descansar! (ILUSTRACION 2).
Jacobo, como siempre, no pudo satisfacer susganas de explorar los misterios del día. Muchas veces había pedido permiso para hacerlo, y siempre recibía la misma respuesta:
“¿A quién se le ocurre semejante idea? ¿No sabes que es peligrosísimo? El día está lleno de animales espantosos. Cuentan que al salir el sol comienzan a volar unas extrañas criaturas, con cierto parecido a nosotros los murciélagos, pero terriblemente feas. También tienenalas, pero no son hermosas como las nuestras, sino cubiertas por unos horribles pelos de colores. Su boca es como de hueso y no tienen orejas ni dientes. ¡Verdaderos monstruos¡ Lo que es peor: son tan raros pero tan raros que duermen cabeza arriba. Eso no es natural. Nadie que sea normal puede dormir en esa posición tan incómoda”.
Toda esta leyenda no hacía sino alborotar aún más la curiosidad deJacobo. Cierto que sólo imaginar a esos murciélagos deformes le producía un frío en el estómago, pero su terca idea de cruzar el umbral del amanecer nunca se debilitaba. Al contrario, se hacía cada vez más fuerte, como si el temor agregara nuevos atractivos al proyecto. (ILUSTRACION 3)
Colgado junto a sus primos, que llevaban ya un buen rato durmiendo, se entretenía imaginando las previsiones quedebería tomar si, algún día, pudiera finalmente realizar su anhelada excursión. Sabía por experiencia que la luz, poco después del alba, se volvía insoportable para sus ojos. A menudo se despertaba con ese ruido como de cristales vivos que producían los habitantes del día y, en una oportunidad, se animó a dar una vuelta con la esperanza de divisar alguno; pero al apenas atravesar el follaje laluz se clavó en sus pupilas produciéndole una molestia inaguantable. Regresó a su casa con los ojos llorosos y dispuesto a soportar el inevitable regaño de su mamá.
“¿Cuándo aprenderás -le dijo- que el día se hizo para dormir y la noche para estar despierto?” (ILUSTRACION 4)
Tendría, pues, que mantener los ojos cerrados y quizá protegerlos de alguna manera durante su aventura. Para orientarsedebería utilizar su voz y su oído. Era todo un campeón en la materia: nadie en su familia tenía tanta habilidad como él para cazar al vuelo y en medio de la mayor oscuridad a los insectos más deliciosos, por pequeños y veloces que fueran.
“Con un ojo cerrado”, gritaba el muy vanidoso y -zuás- se zampaba una mosquita.
“Con los dos ojos cerrados”, y -ñam- despachaba una mariposa.
“Volando panzaarriba” y -crack- atrapaba un coquito. (ILUSTRACION 5)
Cada uno de sus agudos gritos se dispersaba en el aire, rebotaba contra todo aquello que encontrara en su camino y, finalmente, regresaba a las puntiagudas orejas para formar, en la mente de Jacobo, una precisa imagen del bosque.
¿Quién mejor que yo -se daba ánimos- para enfrentar los peligros del otro mundo?
Soñaba, soñaba Jacobo con ese díaque tarde o temprano tendría que llegar, pero nunca pensó que antes de lograr su cometido, antes de realizar su visita al día, sería el día quien lo visitaría a él. (ILUSTRACION 6)
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(TRANSICION-ILUSTRACION 7)
2

¡A desayunar! -gritó la mamá justo cuando el último trocito de sol desaparecía en el horizonte.
Todos, menos Jacobo, revoloteaban en busca de...