Lascivia de moros y turcos
José Antonio López Calle
El Catoblepas, nº 122, abril 2012
Las raíces mahométicas y coránicas de la lascivia de los musulmanes. El Quijote y el
islam (VI). Las interpretaciones religiosas del Quijote (22)
Moros y turcos no sólo son unos bárbaros violentos y crueles, sino también unos lascivos,
rasgos que con frecuencia van unidos. Como veremos, en elretrato que nos ofrece Cervantes de
moros y turcos ocupan un lugar central los «torpes deseos» como móvil de sus comportamientos.
Ahora bien, nuevamente hemos de recalcar que la creencia de Cervantes de que un defecto
fundamental de los musulmanes es la propensión a la lascivia o la lujuria no es una ocurrencia suya,
sino que formaba parte de una tradición de pensamiento sobre el islam y losmusulmanes, de la que
él es heredero.
Al igual que con respecto a la barbarie, violencia y crueldad de los musulmanes, también
con respecto a la lascivia los escritores que habían conformado esa tradición de pensamiento
europeo y cristiano de la que Cervantes es receptor y continuador, localizaron las raíces últimas de
semejante defecto en la propia vida del fundador de la religión mahometana yen las enseñanzas de
ésta. En cuanto a Mahoma, los autores cristianos veían unánimemente en él un modelo de vida
lujuriosa, que habría servido de mal ejemplo a sus seguidores. En efecto, en los escritos de todos
estos autores cristianos, desde los más lejanos tiempos en que se tomó contacto con los
musulmanes, Mahoma aparece como una figura lasciva dominada por impulsos sexuales
inconteniblese insaciables y, como prueba de ello, alegaban la lista de sus esposas y sus escándalos
sexuales, tal como el de la pasión lujuriosa por Zaynab, la bella esposa de su hijo adoptivo Zaid, al
que se la arrebata basándose en una supuesta revelación divina que le anima a tomarla por esposa.
La llamada de atención y denuncia de la escandalosa vida sexual de Mahoma se remonta a
san Juan Damasceno,quien le echa en cara a Mahoma efectivamente tomar para sí tantas esposas
como uno desee, al legalizar la poligamia y el concubinato, y el escándalo protagonizado con
Zaynab, que él considera un caso de adulterio (sobre esto y en general sobre las páginas que san
Juan Damasceno le dedica al islam en la segunda parte de su monumental Fuente de la sabiduría,
consúltese en la redortodoxinfo.com, donde están disponibles en inglés).
Pero, según el punto de vista cristiano que inspira esta tradición de pensamiento, el
problema no está sólo en Mahoma, sino en el propio Corán, cuyas enseñanzas alientan la
sensualidad, toda suerte de deleites carnales, singularmente los de tipo sexual. El pensamiento
cristiano percibe, en efecto, el islam como una religión que, a diferencia de lacristiana, promueve
los placeres corporales en esta vida y en la otra. En esta vida, el Corán permite la poligamia y
facilita el repudio; y en la otra promete un paraíso de deleites carnales, en el que los
bienaventurados no cesan de disfrutar de comida, bebida y de sexo, de un sexo satisfecho con
bellísimas huríes celestiales prometidas al buen creyente musulmán. Naturalmente, esta concepción
dela vida escandalizaba a todos los autores cristianos. Abu Qurrah, el discípulo de san Juan
Damasceno, censura el islam por prometer recompensas tan sensuales en esta vida y en la otra como
algo indigno del hombre como ser espiritual, frente a lo cual opone el cristianismo como la religión
del goce en el otro mundo, pero de un goce espiritual y no sensual. Es especialmente esta idea del
cielocomo un paraíso de deleites carnales lo que más escandaliza a los cristianos y lo que suscita
sus críticas. El cristiano mozárabe Esperaindeo, maestro y abad de san Eulogio y Pablo Álvaro en la
basílica de san Zoilo en Córdoba, condena con dureza la idea islámica del cielo por convertir éste en
un burdel o lupanar. Sin llegar a usar palabras tan duras como éstas, la crítica de Abu Qurrah es...
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