laspastillasdelabuelo
Páginas: 18 (4301 palabras)
Publicado: 13 de noviembre de 2013
Lo primero que le preguntó Mario apenas el Mochila se sentó, fue "¿La conoces a esa mina?".
-- ¿Cuál?
-- La que saludastes recién.
Mochila giró apenas la cabeza hacia atrás.
-- ¿La flaca?
-- Sí.
-- Sí, la conozco. Es amiga de mi jermu.
-- Me emputece esa mina --dijo Mario en voz baja.
-- ¿Mi jermu?
-- No, boludo. La Flaca, la que saludastes. -- Ah... ¡Mirá qué boludo que sos vos! A todo el mundo lo enloquece la Flaca. ¡Qué te parece!
-- ¿Qué? --se alarmó Mario--. ¿Vos también estás jugado en ese palo? ¿Te anotás ahí también?
-- No. Yo no. ¿No te digo que es amiga de mi jermu? Estudiaban juntas en la Cultural. Tendría que ser muy loco para tirarme en esa. Pero... te digo...
-- Que ganas no te faltan.
-- Ganas no mefaltan....
Se quedaron en silencio. Mochila controlando las otras mesas, viendo quién había. Mario tocándose cuidadosamente los dientes de adelante con la uña del dedo pulgar de la mano derecha.
-- Me tiene loco esa mina --repitió, como para sí mismo. Como si el tema fuese demasiado íntimo como para compartirlo y debatirlo en una mesa de cafe. Y asustado, quizá, por haber ido tan lejos.
-- Está buenala Flaca --dijo Mochila, que la tenía sentada a sus espaldas--. Y es una mina piola te cuento... Piola, inteligente. Anda suelta, además...
-- Medio histérica debe ser...
-- Sí. Eso sí... Lógico... --Mochila seguía sin meterse demasiado en la conversación, en tanto pasaba lista a los presentes-- ¡Bah! --se animó de pronto, ya terminado el control--. Como todas.
-- Esa jeta que tiene...--medio por sobre el hombro de Mochila, Mario la espiaba--. Los ojos...
-- Y encarala, boludo... ¿qué esperas? --lo animó Mochila, cruzándose de piernas, acomodándose en la silla para quedar de espaldas a la calle Santa Fe, mirando al mostrador. Mario hizo un gesto vago con la cabeza, negativo.
-- Está sola, boludo --apretó Mochila--. Andá... Si te quedas esperando, por ahí aparece algun vago, oalguna amiga, y se sienta con ella y cagaste.
Mario se encogió de hombros, mirando ahora hacia afuera, como desentendiéndose del problema.
-- ¿No lo viste al Sobo? -preguntó, cambiando de tema. Mochila negó con la cabeza--. Este boludo... --musitó Mario--. Le tengo que pedir un certificado y justo hoy no aparece.
-- Oíme --Mochila se incorporó, clavándole la vista--. Andá y sentate con ella,no seas otario... No te va a patear...
-- No la conozco --frunció la nariz, Mario.
-- ¿Y eso qué tiene que ver? ¿Cómo que no la conocés? Te conoce de acá, pelotudo. Si acá nos junamos todos. No le sabrás el nombre pero la...
-- ¿Cómo se llama?
Mochila frunció el ceño.
-- Ehhh... --pensó--. Marina, Marta, María... No sé, no sé... Siempre la conocí por la Flaca.
-- Marta, Marta se llama--dijo Mario, que ya se había informado.
-- Escuchame Mario... --Mochila se inclinó sobre la mesa para darle privacidad a la propuesta--. Te la presento... Voy, me siento en la mesa de ella y te la presento...
Mario se tiró hacia atrás y agitó las manos y la cabeza, casi escandalizado.
-- ¡No! No, dejá. Ya está. Ya pasó. Ya fué.
-- No me cuesta nada, boludo.
-- Dejá, Mochila, dejá. Estábien.
Mochila se encogió de hombros.
-- Jodete --dijo. Y buscó a Moreyra con la vista--. ¡Negro! --gritó--. ¿Estás vos acá?
-- Además... --Mario, pese a todo, no quería desprenderse totalmente del tema y sabía que el lapso de privacidad con el Mochila podía ser corto--. No da bola, Mochi. No da bola.
Mochila casi se enojó.
-- ¿Y cómo sabes que no da bola si nunca la encaraste?
--Porque uno se da cuenta, Mochila. ¿Sabés cuanto hace que la vengo mirando a esa mina? ¿Sabés cuanto hace? Dos años. Debe hacer como dos años...
-- ¿Y?
-- ¡Nada! Nada de nada. Una mina si te quiere dar bola se manda alguna señal, eso es sabido. Te mira una vez, aunque sea. Te mantiene un poco la mirada. O te sonríe. Te tira un cable.
-- No te engañes, no te engañes... Mirá que...
-- Sí... "La...
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